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2, marzo 2024 - 19:49

┃ Arturo Méndez

Los aficionados tardaron más de lo esperado en ingresar al inmueble / Foto: Arturo Méndez

El Fan ID sigue causando dolores de cabeza a los aficionados en la Liga MX, y en el Cruz Azul vs Chivas se sumó la boletera encargada del Estadio Azteca a la generación del caos. Con hasta 3 horas de antelación los aficionados comenzaron a ingresar al Coloso de Santa Úrsula, pero llegada la hora del arranque del duelo la desesperación se apoderó de las puertas.

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Los gritos en el interior del inmueble anunciaron el arranque del compromiso, ahí comenzaron los chiflidos en la zona de revisión. Los más enojados fueron los abonados del cuadro cementero, ya que al presentar sus tarjetas, el registro fue rechazado.

Ticketmaster emitió un comunicado en sus redes sociales donde se adjudicaron la responsabilidad de los hechos. “Lamentamos informar que, por fallas responsabilidad de @Ticketmaster_me, se han registrado retrasos en el acceso de nuestros abonados al juego de hoy. Estamos trabajando para solucionar estos inconvenientes lo más pronto posible. El resto de los boletos ingresan con normalidad”.

El resto de público con boletos normales exigió que se les diera acceso mientras se resolvía el problema de los abonados. Cuando comenzaron a avanzar de a poco en las filas, el problema del Fan ID apareció. La revisión del requisito fue obligatoria. Ante ello algunos aficionados de Chivas y Cruz Azul que no contaban con el registro tuvieron que pedir permiso para salir de la aglomeración y buscar señal en sus teléfonos para cumplir con la normativa.

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Con un cuarto de hora en el reloj de juego, la explanada del inmueble aún tenía gente esperando ingresar. “Los que no tengan Fan ID salgan de la fila. Permitan avanzar a los que sí lo tienen”, gritó el personal encargado de los torniquetes, aunque fue en vano. Sólo se provocó que unos cuantos empujones alteraran el orden, no pasó a mayores. Entre las fallas del sistema, la poca intención del público por cumplir con el protocolo y la revisión del Fan ID, unos cuantos se perdieron las emociones de la primera media hora de juego.