La rotura de ligamentos cruzados es una constante en los torneos femeninos de futbol, de acuerdo con un estudio de la Universidad de Barcelona realizado en el 2022, ésta se da hasta tres veces más en mujeres que en hombres, la prueba es que previo al inicio de la Copa Oro W, la delantera Mia Fishel sufrió esta lesión y estará fuera de la cancha alrededor de ocho meses.

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Aunque hay varias hipótesis sobre la razón, como las medidas de la cancha o el tiempo de juego, la doctora Cristina Rodríguez, directora de Medicina del Deporte UNAM, aseguró que estas están lejos de la realidad: tiene que ver con el trabajo físico que debe adecuarse a las jugadoras.

“La mujer puede correr a la par y no es cierto que la mujer esté menos entrenada para jugar en una cancha para hombres. Eso no tiene nada que ver, hay que entrenarlas: tienen menos fuerza y hay que trabajar más gimnasio. Eso es a todos los niveles, hay que trabajar muchísimo la fuerza, hay que hacer gimnasio de una forma importante para reducir las lesiones”, aseguró la especialista en charla con ESTO.

“El problema es que como mujeres no tenemos la misma fuerza, la propiocepción para disminuir las lesiones. Tendrían que ser los preparadores físicos, no sé si específicos, pero sí con más conocimiento de cómo es la biomecánica y la fisiología de las mujeres. También se ha hablado mucho de que las mujeres en cierto momento de su ciclo menstrual son más sensibles a este tipo de lesiones. Realmente no se ha encontrado una evidencia certera que diga que sí, pero lo que sí está comprobado es que las hormonas femeninas sí te hacen mucho más laxa. Sí se requiere tener esos conocimientos y cómo dosificar este ejercicio y disminuir este índice de lesiones”, agregó.

Rodríguez destacó que existen varios factores que influyen en que las mujeres sufran más lesiones de ligamento cruzado anterior, por ejemplo falta de fuerza, desbalance muscular (los músculos posteriores conforme a los anteriores no tienen el balance suficiente) y el trabajo de propiocepción (como girar, ubicar el cuerpo o detenerse. Este último es el más importante y en el que los preparadores físicos deben poner especial atención.

“Encontramos que el doctor Mendelbaum en California estudió este problema y comenzó a ver qué podían hacer para disminuir esta incidencia de lesiones. Crearon un trabajo de fortalecimiento y propiocepción especial para mujeres, lo comenzaron a hacer y tuvieron una baja importante de lesiones”, compartió.

¿QUÉ ES UNA LESIÓN DE LIGAMENTO CRUZADO?

Los ligamentos cruzados anterior y posterior tienen como función darle estabilidad a la rodilla y de esta forma evitar que ésta se deslice hacia adelante y hacia atrás, permitiendo la flexión y extensión de manera normal. En caso de romperse, éstos requieren cirugía para repararlos, por lo que la recuperación suele tardar entre seis y ocho meses.

De acuerdo con la doctora Cristina Rodríguez, se suelen reparar con “un injerto de cadáver o de la misma persona. Se puede tomar tendones de los músculos o el tendón patelar también puede ser una opción”.

Si la rodilla no se opera, el paciente corre el riesgo de desgastarla de forma más rápida “eso ocasiona que la rodilla vaya envejeciendo y después de muchos años va a necesitar una prótesis en vez de un ligamento, porque se lesionó de una peor forma”.

Según palabras de la doctora, el injerto del paciente resulta mucho más fuerte que el ligamento original, por lo que, si la cirugía se realizó de manera correcta, las posibilidades de volverse a lesionar la misma articulación disminuyen de forma considerable. “Es más probable que te lesiones la otra rodilla”, aseguró Rodríguez.

EN LA UNAM LOGRARON REDUCIR LA INCIDENCIA DE LESIONES DE LCA

El equipo representativo de la UNAM sufrió tres o cuatro lesiones de cruzados en una sola temporada, por lo que comenzaron las investigaciones y un trabajo especializado para reducir el índice de lesiones.

“Si ustedes observan las mujeres tendemos a saltar y juntar las rodillas al caer. Esto es un mecanismo que hace que nos lesionemos más fácilmente. Empezamos a enseñarles a saltar con las rodillas paralelas, a tener más fuerza, a trabajar los músculos posteriores y anteriores. Nosotros lo hicimos y bajó de manera importante. Entonces empezamos con soccer, tocho flag, rugby, handball, todos los deportes en los que hay que protegerlas para disminuir la incidencia de esta lesión”, aseguró.

¿CUÁL ES EL TRATAMIENTO PARA UNA LESIÓN DE LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR?

“Es un ligamento que si se rompe necesita llevar tratamiento quirúrgico. El lateral y el medial pueden sanar con fisioterapia. Con el anterior y posterior requieren una reparación quirúrgica para reintegrarlos. Se les puede poner un injerto de cadáver o de la misma persona. Se puede tomar tendones de los músculos o el tendón patelar también puede ser una opción. Fijarlos con tornillos para que la rodilla vuelva a tener estabilidad”.

¿QUÉ PASA SI NO SE OPERA UNA ROTURA DE LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR?

“En vez de solo estar flexionando, la rodilla se va a hacer hacia adelante y hacia atrás. Eso va a hacer que se desgasten los meniscos que dan estabilidad del fémur sobre la tibia. Como también se mueve se van desgastando y eso ocasiona que la rodilla vaya envejeciendo. Después de muchos años va a necesitar una prótesis porque se lesionó de una peor forma”

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¿CUÁNDO SE DA DE ALTA A UN PACIENTE?

“Cuando la fuerza con respecto a la otra pierna tiene por lo menos el 85 por ciento, esto se mide mediante salto vertical y horizontal. Usualmente tardamos entre cuatro y seis meses y regresan a jugar al mismo nivel que teníamos antes, si se trata bien y sin dejar secuelas pueden regresar. Es importante que se operen porque la rodilla puede envejecer más rápido, pero si se reparan oportunamente pueden regresar al mismo nivel que tenían antes”