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30, enero 2024 - 6:00

┃ Jorge Briones

Son contados los mexicanos que llegan a la NFL. Foto: Cortesía

El futbol americano ha ganado adeptos durante la última época entre una gran cantidad de niños mexicanos que crecen con la ilusión de llegar a la NFL. La ilusión termina en un sueño que apenas han logrado contadas excepciones con el paso de los años.

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En el siglo de historia que tiene la liga estadounidense de futbol americano. Son muy pocos los jugadores de origen mexicano que lograron destacar en ella. En total han sido 14 los deportistas nacidos en México y que probaron suerte en la NFL. Aunque solamente el liniero ofensivo Rolando Cantú logró disputar una temporada regular sin haber salido de una Universidad de Estados Unidos. El caso de Cantú se desarrolló con los Borregos del Tecnológico de Monterrey.

Son muchos los factores que impiden que un jugador destacado en Liga Mayor pueda tener opciones de jugar en la mejor liga del mundo. Desde la cuestión física, hasta la infraestructura y programas que manejan en el país vecino.

Más allá del crecimiento que se ha presentado en la Liga Mayor de la Organización Nacional Estudiantil de Futbol Americano (ONEFA). El nivel sigue alejado de la élite que hay en la Football Bowl Subdivision de la NCAA División I, donde salen gran parte de los talentos que año con año llegan al Draft de la NFL.

“La NFL es un garbanzo de libra. Es una liga demasiado buena, y la única forma de ver a un jugador mexicano en la NFL es que jueguen en Estados Unidos, se desarrollen allá desde las secundarias, preparatorias, y a partir de ahí, que los vean y tengan el nivel para poder llegar”, aseguró a ESTO el reconocido coach Joaquín Castillo, quien es una de las voces más autorizadas en el país sobre la materia.

Y ese es justamente el camino que han recorrido casi todos los mexicanos que jugaron en la NFL. Desarrollarse en las Universidades de Estados Unidos y así tratar de dar el salto a la liga profesional.

Los últimos mexicanos que probaron suerte, sin el mayor de los éxitos. Fueron Isaac Alarcón y Alfredo Gutiérrez, quienes formaron parte del Programa Internacional de la NFL, pero no lograron pasar del equipo de prácticas de los Dallas Cowboys y 49ers de San Francisco. Ambos salieron de los Borregos del Tecnológico de Monterrey.

“La NFL es muy complicada. Si tiene 25 años ya es complicado encontrar un lugar en el equipo de prácticas. La edad empieza a pesar. En la NFL estos puestos van para jugadores de 21 o 22 años saliendo del Draft”, puntualizó Raúl Allegre, uno de dos mexicanos que ganaron el título del Super Bowl.

Los principales talentos del país, por estatura y fuerza, provienen de la parte norte. Los Borregos de Monterrey y Auténticos Tigres lucharon en la última final de Liga Mayor y han establecido una superioridad sobre equipos de tradición de la capital como Pumas CU o Águilas Blancas y Burros Blancos del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

¿CUÁL ES EL VERDADERO NIVEL?

Durante años, los mejores equipos del futbol americano estudiantil en México se miden en partidos de preparación con conjuntos de la División III de la NCAA. Jugadores estadounidenses que al igual que los mexicanos, no logran abrirse un hueco en la NFL.

A lo largo de la historia. Solamente 33 jugadores han dado el brinco de la División III a la NFL, el último de ellos fue Quinn Meinerz, liniero ofensivo de la Universidad de Wisconsin-Whitewater que fue elegido por los Broncos de Denver en la tercera ronda del Draft 2021.

“La División I es otro nivel. Nosotros jugamos contra equipos de División III, si quisieran comparar los niveles, la División III es algo muy similar a lo que se vive en México en el trabajo y físico. División I son palabras mayores. Estos son los mejores atletas que hay en México, en toda la Liga Mayor”, explicó Antonio Zamora, el head coach de los Auténticos Tigres.

Prácticamente se trata de otro deporte, uno más fuerte y rápido el que se practica en la División I y posteriormente en la NFL. “Es difícil para los jugadores mexicanos intentar estar en la NFL, el último de ellos fue Isaac Alarcón. Allá hay muchos atletas. Van a tener la ventaja de ser estadounidense”, dijo el entrenador de los Burros Blancos, Rafael Duke.

Incluso entre los propios jugadores existe una resignación al respecto. Osvaldo Martín Canchola, líder de la defensiva de los Burros, precisó que “nosotros estamos más limitados en infraestructura y beneficios que las universidades nos pueden otorgar. Allá viven para el deporte, ellos saben que pueden vivir del deporte, y no es una distracción. Desgraciadamente en México no se puede, nosotros no aspiramos a vivir del futbol americano, sería imposible. Allá nos ganan en fuerza, altura y muchas otras cosas”.

Jugar en la NFL es una utopía para los jugadores mexicanos que se destacan en Liga Mayor, la fisionomía y estructura deportiva en comparación con las Universidades de Estados Unidos termina siendo un obstáculo difícil de superar.

La puerta se abrió para el talento internacional

Jugar en la NFL parece un desafío “imposible” para cualquier atleta que no provenga de las Universidades de Estados Unidos, pero la propia liga ha ideado un plan para que más talentos de diferentes partes del mundo al menos tengan la oportunidad de probarse en algunas de las 32 franquicias.

Para ello. En 2017 se creó el Programa International Player Pathway, donde un grupo de jugadores nacidos fuera de las fronteras estadounidenses pueden mostrar sus habilidades en campamento de entrenamientos.

“El Programa International Player Pathway ofrece a los deportistas una ruta viable hacia la NFL y la oportunidad de desarrollar aún más sus habilidades”, asegura Damani Leech, directora de operaciones de NFL International.

De esta forma, cada temporada un grupo de jugadores seleccionados por ojeadores de la liga, prueban suerte en los diferentes equipos. Muchos de ellos completan el roster de prácticas. Pero al ser parte del programa IPP tienen algunas exenciones que les permite formar parte de la organización en turno sin tener que ser parte de su lista de 53 jugadores.

Para formar parte del Programa Internacional, los talentos participan en un ‘Combine’ similar al que realizan los estadounidenses previo al Draft, donde ponen a pruebas sus habilidades.

Desde el inicio del programa, solamente dos jugadores mexicanos pasaron el corte final. Isaac Alarcón fue el primero en el 2020, al ser parte de los Dallas Cowboys, y un año después hizo lo propio Alfredo Gutiérrez, con los 49ers de San Francisco. Curiosamente ambos fueron desarrollados en el programa de los Borregos Salvajes del Tecnológico de Monterrey, el actual bicampeón de la ONEFA. También tienen la peculiaridad de que Alarcón y Gutiérrez se desempeñan como tacles ofensivos.

Otro mexicano como Héctor Zepeda formó parte del programa, pero no logró convencer a ninguna de las 32 franquicias. En 2019, Máximo González también fue elegido, aunque tampoco recibió el voto de confianza por parte de los equipos.

El IPP es una nueva posibilidad para que más talentos de México y diferentes partes del mundo puedan abrirse una puerta en la NFL.

ES MUY COMPLICADO LLEGAR A LA NFL”: HÉCTOR ZEPEDA

Isaac Alarcón y Alfredo Gutiérrez abrieron una puerta que, de momento, nadie más ha vuelto a cruzar en la NFL.

Ambos jugadores lograron conseguir un contrato en una de las 32 franquicias de la liga vía el Programa Internacional. Donde otro mexicano intentó seguir los pasos, pero desafortunadamente no contó con la misma suerte.

Héctor Zepeda también se desarrolló en el programa de los Borregos Salvajes de Monterrey. Y si bien partición en dos ocasiones en el IPP (International Player Pathway), al final no logró unirse al selecto grupo de jugadores mexicanos con paso por la NFL.

“Tuve la oportunidad de formar parte dos veces del Programa Internacional. Fue una experiencia muy grata, donde conocí a gente de todo el mundo. Fue complicado ir pasando los filtros del programa, el combine, irle gustando al staff de coacheo para que te seleccionen. Hay mucho potencial de todo el mundo”, valoró Zepeda en plática con ESTO.

El liniero ofensivo. De 26 años, llegó a ver de cerca la posibilidad de ser jugador de la NFL: “Lo empecé a ver un poco más real cuando me buscaba la gente de la liga. Rolando Cantú me dijo que lo intentara, y después con las llamadas del staff lo empiezas a creer. Lo ves más posible”.

Héctor participó en el proceso de selección tanto en 2022 como en 2023. “El nivel en México va creciendo, pero los jugadores necesitan más apoyo de las instituciones. La liga mayor está creciendo bastante. Cada vez se compite más. Con la fusión, vimos a equipos más competitivos. Esto favorece a que la afición los apoye y se haga una liga más competitiva”, reflexionó el oriundo de Baja California, quien de momento dejó su sueño de llegar a la NFL de lado e ingresó al campo laboral.