Con siete títulos de Fórmula 1 y dos años sin conseguir una victoria podrían ser motivos suficientes para que Lewis Hamilton se hiciera a un del “Gran Circo”, pero el piloto británico no se rinde y se aferra con la escudería Mercedes con la esperanza de regresar a los primeros planos.

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Si en los mejores años de las “flechas plateadas” saboreó los logros, ahora en época de menesteres no se baja de su monoplaza y se alista para afrontar la temporada 2024 de la Fórmula 1 con la consigna de que las alegrías regresen.

“Es el sueño de estar en el escalón más alto, viendo a tu equipo. Una de las cosas más increíbles es poder mirar atrás y que la bandera de la nación se alce detrás de ti”.

Hamilton rememoró su primer triunfo con la escudería alemana a la que llegó en 2013 tras su paso por McLaren. “Recuerdo la primera victoria que conseguí con este equipo (en Hungría en 2013). Tengo una foto de 2015 en Australia con el equipo llorando, fue increíble formar parte de aquello”.

Recordó también que no esperaba un arranque tan positivo en Mercedes, “esperábamos que fuera una porquería para empezar, porque no habían tenido mucho éxito, así que esto allí era simplemente una cruda emoción. Yo era una persona nueva en el equipo, entrando en detalles con todo el mundo y estableciendo relaciones. Era otro tipo de emoción”.

Lewis Hamilton aspira a su octavo Campeonato de Pilotos, hecho que lo colocara como el máximo ganador de la categoría reina del deporte motor. “El poder de eso es una gran parte del impulso. Ganar el campeonato del mundo es una gran parte del impulso. Seguir construyendo con el equipo el trabajo de impacto que estamos haciendo, y seguir empujando con el equipo con la Misión 44”.

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Con 11 temporadas vistiendo el Monex del equipo teutón, el lazo entre el Lewis Hamilton y la escudería de la estrella está fortalecido en esta etapa de vacas flacas para Mercedes, que ha visto su dominio arrebatado por la escudería Red Bull, que cuenta con Max Verstappen y el mexicano Sergio “Checo” Pérez.

“Ahora nos conocemos desde hace años y mantenemos buenas relaciones. Creo que también es interesante desde fuera ver cómo manejan el tiempo. Creo que la gente que nos ve no se da cuenta de que todos estamos lejos de casa y de nuestras familias durante tanto tiempo. Nos perdemos citas especiales con los niños y todo tipo de cosas. Ves que los niveles de energía de la gente suben y bajan, e intentas llenar los vacíos cuando los hay, y a la inversa. Eso es lo que hace un equipo”, expresó.