Los 49ers superaron con éxito la piedra en el camino que siempre suponen los Seahawks. A pesar del tono combatiente del equipo de Pete Carroll, San Francisco cumplió con el trámite para llevarse la victoria 28-16, un triunfo que, de combinarse con una derrota de los Packers, representaría el boleto a los playoffs.

TE RECOMENDAMOS: Colts, Texas y Jaguars caen en la semana 14; la AFC Sur, más abierta que nunca

Ya se sabe, sin embargo, que las aspiraciones de los 49ers van mucho más allá. El equipo de Kyle Shanahan volvió a dejar muestra de un ataque aceitado, con el brillo de sus múltiples figuras. El mariscal de campo Brock Purdy finalizó el partido con 341 yardas, dos pases de touchdown y una intercepción, pero sobre todo, logró hacer jugadas de largo yardaje, un punto que a menudo se le cuestiona.

El receptor Deebo Samuel una vez más se convirtió en un arma letal, al brillar con 150 yardas totales y dos touchdowns, uno por aire y otro por tierra. Igual de impactante fue la actuación del corredor Christian McCaffrey, quien apabulló a la defensiva de los Halcones Marinos con 153 yardas, incluída una escapada de 72 yardas en la primera jugada del partido, como una declaración de intenciones.

¡Ya tenemos canal de WhatsApp! Síguenos, activa la campanita y recibe las noticias deportivas

Por si fuera poco, el receptor Brandon Aiyuk superó las 100 yardas al registrar 126, mientras que el ala cerrada George Kittle terminó el juego con 76 yardas y un touchdown, en un gran reparto del ovoide.

SEAHAWKS DIO LA CARA PEOR NO PUDO EVITAR EL TRIUNFO DE SAN FRANCISCO

A pesar de la derrota, los Halcones Marinos dieron batalla, más allá de no poder contar con su mariscal de campo titular Geno Smith. Ante la baja del quarterback fue Drew Lock el encargado de comandar la ofensiva. El ex jugador de los Broncos no lo hizo mal, sobre todo si se considera que enfrente tuvo a una férrea defensiva que lo presionó todo el partido y lo capturó en cuatro ocasiones.

El quarterback terminó con dos pases de touchdown, sin embargo, sufrió dos intercepciones que fueron determinantes. Las anotaciones corrieron a cargo de DK Metcalf y Colby Parkinson