Luego de correr casi media cancha para entrar al área grande, Adolfo Bautista remató el balón al poste derecho de Hernán Cristante para anotar el segundo gol para Chivas en la final del Apertura 2006, mismo que le dio la onceava estrella al Guadalajara en su historia en la Bombonera ante el Toluca.

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Pocos meses antes de lo sucedido, la madre del Bofo, Cristina Herrera, falleció, pero en lugar de caer en depresión, una plática con Jorge Vergara cambió su percepción sobre lo que debía ser su carrera futbolística a partir de ese momento.

“Ese torneo ya quería olvidarme del futbol. No quería jugar. Incluso los profes que estaban, me insistían que fuera a entrenar. Duré como 15 días encerrado en mi casa. Regresé y fue un torneo complicado”, dijo para Diario AS.

Bautista trató de capitalizar su catarsis en la cancha y volverse en el referente Rojiblanco en el ataque. Pues tanto de él como de Alberto Medina dependía la creación de jugadas de peligro para que Omar Bravo las anotara al borde del área chica con su remate de cabeza.

“Cada partido se lo dedicaba y eso fue muy especial, porque me conecté con ella. Le dije que ese partido se lo dedicaba y que, primero Dios, íbamos a ser campeones. Por eso llegué al estadio con mucha emoción y convencido de que iba a meter un gol. No sabía si íbamos a ser campeones, pero iba a meter un gol dedicado para ella”, dijo.

Chivas entró a esa liguilla por la vía del repechaje tras ser octavos, y en la semifinal eliminaron al América. Siendo Oswaldo Sánchez la figura del juego tras atajarle un penal a Salvador Cabañas. La final ante Toluca igualó a uno en el Jalisco, y en la Bombonera, el Bofo Bautista fue el artífice del gol del título del Guadalajara.

Lamentablemente, a 17 años de ese hecho, las Chivas sólo han logrado coronarse una vez más en el futbol mexicano.

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