LeBron James cumplió un capricho de Rey, tal y como le apodan: volvió a subirse al trono. Imbatible e inclemente. Este sábado salió airoso de una batalla dura, pero terminó con la corona y el cetro del In Season Tournament en las manos.

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Pero como todo monarca, el estelar James tuvo un par de cómplices perfectos, en las figuras de Anthony Davis y Austin Reaves para derrotar a los aguerridos Indiana Pacers por marcador de 123-109.

Éxtasis en Las Vegas, la mítica franquicia angelina reclamó su grandeza en una “Copa NBA” que ha resultado tan innovadora como atractiva para los aficionados del deporte ráfaga. No decepcionó el torneo, como tampoco el duelo por el campeonato.

Primera mitad pareja, digna de una final. Una vez terminado el himno de los Estados Unidos, los Lakers tomaron la iniciativa. Querían despegarse lo antes posible para tratar de encaminar el juego a su favor en los dos primeros periodos. Los Angeles lucían sólidos a la ofensiva con un Austin Reaves que se despachó con 22 puntos y Anthony Davis que se quedó con 17 en la primera parte.

“Hicimos un gran esfuerzo, jugamos un gran basquetbol con nuestro estilo y defensivamente estuvimos a la altura, porque Indiana es un gran equipo. Estamos muy contentos por haber logrado este campeonato que nos ayuda a enfrentar lo que resta de la temporada regular. El cuerpo técnico nos ayudó a darnos herramientos para contrarrestar a los rivales”, relató Davis al término del juego.

LeBron James lució discreto en el arranque del duelo. Por momentos, la férrea marca de los Pacers lo desesperó, al grado de arrancarle faltas personales. El Rey estuvo titubeante, aunque con la serenidad suficiente para ejercer con el liderazgo de su quinteta.

Sin embargo, Indiana se plantó en la duela de Las Vegas como un equipo sorprendente, que para el In Season Tournament decidió jamás dejarse intimidar.

Si el primer periodo terminó con cinco puntos de ventaja para Los Angeles, en el segundo todo lució parejo y Pacers no dejó que su rival se despegara con mayor fuerza antes de irse al descanso.

La reanudación fue competida, tanto como el inicio. La escuadra angelina intentaba despegarse, pero Indiana se aferró a mantenerse en la competencia por el trofeo de campeón durante todo el tiempo disponible. No iba a dejar que nada les impidiera seguir con su sueño de coronarse en la Ciudad del Pecado.

Pero los Lakers encontraron la manera de escaparse con la victoria con su potente tridente. Davis, Reaves y James fueron demasiado para sus entusiastas contrincantes.

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El último periodo fue decisivo para que LeBron comenzara a sonreir. Daba la mano a sus compañeros, disfrutaba el juego hasta el tiempo expiró.

Lakers se coronó con una grandiosa actuación. El In Season es suyo y el Rey puede presumir que también gobierna la Copa NBA de forma invicta.