Que el Coloso de Santa Úrsula esté pintado completamente de amarillo. Eso es que lo que espera el director técnico André Jardine en los cuartos de final de vuelta ante León. Ese apoyo incondicional, incluso con boletaje agotado, puede ayudarlos a pasar de siguiente fase y ponerse más cerca del objetivo que es la estrella número 14.

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“Es una oportunidad de reconocer el apoyo que estamos teniendo en toda esta campaña, no solamente en partidos en casa, fuera de casa, mismo este juego con León me parecía 50-50 con la gente de León. El estadio está 100 por ciento vendido, se ve que la gente sabe que podemos darle la alegría que quieren.

“Que sepan que no es un partido fácil, vamos a tener momentos duros y si nos sentimos respaldados, jugamos con una energía más. Hay que hacer pesar el Azteca, no solamente mañana, en todos los torneos. Ahí es nuestra casa, nos sentimos fuertes”, afirmó.

Sobre si precisamente el estadio Azteca les ha jugado en contra, especialmente en las rondas finales, para Jardine no es así, si no todo lo contrario. Los azulcremas se fortalecen cuando están en casa y eso es lo que desean demostrar.

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“Hablo con sinceridad porque siento que es nuestra casa y ahí nos sentimos más fuertes, basta ver el numero de victorias que tenemos. En casa siento que los jugadores se sienten más fuertes, gustamos de nuestra cancha, de la forma en que la pelota corre, del Azteca lleno. Nuestro equipo es muy fuerte en el Azteca y en la Liguilla será la diferencia el factor local. Con nuestra gente va a ser muy fuerte”, remató.