El arquero Samuel Molina puso un auténtico broche de oro a su participación en los Juegos Parapanamericanos de Santiago 2023. El michoacano cumplió los pronósticos al ganar la presea dorada en la modalidad de arco recurvo luego de imponerse 6-2 en la gran final al norteamericano Eric Bennet.

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Molina se metió en la pelea por el oro tras derrotar al peruano Marco Huaytalla, en cuartos de final y al brasileño Heriberto Roca, en las semifinales. El mexicano ya había mostrado su puntería desde la ronda de clasificación, cuando impuso un nuevo récord parapanamericano con un total de 642 unidades.

Ya en la gran final, el arquero oriundo de Michoacán se llevó el primer set con contundencia, sin embargo, el norteamericano superó un complicado inicio para llevarse el segundo parcial con marcador de 28-25. Lejos de ponerse nervioso mantuvo el pulso y dominó el tercer y cuarto set, con parciales de 28-26 y 26-25.

Una vez asegurada la medalla de oro, el arquero se cubrió la espalda con la bandera de México y, con un sombrero de charro, celebró un nuevo logro que se suma al bronce conseguido en el equipo mixto.

“Me siento muy feliz, creo que la sensación que se tiene con este logro no la puedes explicar. Es una emoción muy grande; trabajamos mucho para lograrlo y por fin se dio”, dijo el mexicano tras su triunfo.

El oro en los Juegos Parapanamericanos se suma a la plaza paralímpica que Molina consiguió en julio pasado, cuando finalizó en el séptimo puesto en el Campeonato Mundial de Pilsen 2023. Ya con el boleto en sus manos. El arquero de 41 años se prepara para lo que serán sus segundos Juegos Paralímpicos tras su participación en Tokio 2020.

SAMUEL MOLINA Y SU HISTORIA DE SUPERACIÓN

La historia de Molina dentro del para tiro con arco es una historia de superación. Un accidente automovilístico en los Estados Unidos cuando tenía poco menos de 20 años le cambió la vida. El mexicano se fue al país vecino en busca de oportunidades sin saber que el destino lo pondría a prueba al perder la movilidad de sus piernas.

Los años que siguieron tras aquel fatídico día fueron difíciles. Molina entró en una depresión que incluso lo llevaron a pensar en el suicidio. “Te diría que el suicidio es el camino fácil, pero la realidad es que siempre fui cobarde y no pude hacerlo; lo intenté en muchas ocasiones. pero, llegado el momento, nunca me atreví a accionar el arma”, reconoció el arquero en una entrevista para El Sol de Morelia.

Fue el tiro con arco la actividad que salvó su vida. La sensaciones de tirar una buena flecha poco a poco se hicieron una constante hasta llevarlo a la excelencia del camino paralímpico. Molina sueña con una medalla que dé fuerza a su legado, aunque hay otras cosas más importantes que eso. Además de practicarlo, el michoacano también es entrenador. Y desde su posición busca alentar a las nuevas generaciones a ser mejores cada día, mejores arqueros, pero también mejores seres humanos.

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