Comenzó el trabajo de la Selección Mexicana de cara a los cuartos de final de la Nations League y, por ende, el camino rumbo a próxima Copa América del próximo año que se desarrollará en los Estados Unidos.

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El Tricolor comenzó con los entrenamientos con su plantel incompleto todavía. Son en total seis jugadores los que todavía no arriban, pero que se espera que, en la práctica de hoy ya estén la mayoría.

Orbelín Pineda, Gerardo Arteaga, Luis Chávez, Edson Álvarez, Hirving Lozano y Santiago Giménez son lo que todavía no arribaron. El resto de los protagonistas ya lucieron con la casaca de entrenamiento.

Los jugadores arribaron por la noche y la mañana de hoy, para que oficialmente comience la concentración con todos. Por lo pronto, Jaime Lozano entrenó con los jugadores que tenía y completó con los de la Sub-23 que citó Ricardo Cadena para un microciclo en el que no hubo ninguno de los Juegos Panamericanos.

El más activo fue Julián Quiñones. Comprometido desde un inicio, el delantero del América corrió a todas las pelotas como si tuviera que consolidarse en el futbol mexicano. Jaime Lozano lo observó de cerca, lo puso por momentos con Henry Martín y en otros junto a Raúl Jiménez. El nacido en Colombia reaccionó positivamente con todos y solamente faltará probarlo con el atacante del Feyenoord para saber la posibilidad de que haya dos atacantes en Tegucigalpa.

Otro que mostró sus dotes fue el Chino Huerta. La sensación de los Pumas dribló a cuanto defensor tuvo enfrente. César se ha ganado al grupo con actuaciones. Su manera de ver el futbol lo hace ser muy querido por todos.

Más serios, Sebastián Córdova y Marcel Ruiz se encargaron de sembrar la duda en el Jimmy. Los dos tienen una posición parecida en el medio campo, por eso deberán de competir, palmo a palmo, para quedarse con el sitio. Otro que tiene el mismo problema es Érick Sánchez, la diferencia es que el Chiquito no tiene la competencia directa, pues Luis Chávez todavía no arriba de Rusia.

México continuará con su mente puesta en Honduras, Jaime Lozano sabe que tiene dos días para afinar los detalles y viajar en búsqueda de lo que podría ser una diferencia importante, el gol de visitante, que en estos cuartos de final de la Nations League, vale al doble.

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