27 horas después de que el avión enviado por el gobierno mexicano despegara del aeropuerto de Tel Aviv, finalmente el equipo nacional de gimnasia rítmica, junto a otros 137 connacionales, aterrizó en tierras mexicanas. Fue un momento emotivo cuando avión tocó la pista y la angustia que se extendió a lo largo de días enteros finalmente terminó.

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Ya era de noche en la base aérea militar número 1, en Santa Lucía, cuando aterrizo el primero de los dos aviones provenientes de Israel con parte de los mexicanos que quedaron varados tras el estallido del conflicto bélico.

“Por fin estamos en casa, estamos muy felices, seguiremos trabajando para presentar muy dignamente a México en los próximos Juegos Panamericanos”, dijo la entrenadora Blajaith Aguilar, apenas al bajar del avión.

Un total de 143 pasajeros abordaron el vuelo la tarde del martes y emprendieron el regreso al país, en una travesía que contó con cuatro escalas. Tras el despegue en Tel Aviv, el avión realizó escalas técnicas en Turquía, Irlanda, Canadá y Carolina del Norte, para finalmente hacer su arribo al país pasadas las 19 horas.

En la base aérea militar ya esperaban los familiares de los pasajeros, quienes relataron la angustia que vivieron en las últimas horas.

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La historias de gimnastas reflejó algo de lo que vivieron los mexicanos en Israel. El equipo estaba en un campamento de preparación rumbo a los Juegos Panamericanos cuando de pronto estalló el conflicto bélico.

EL EQUIPO DE GIMNASIA RÍTMICA AHORA SE CONCENTRARÁ EN LOS JUEGOS PANAMERICANOS

Las deportistas, junto a su entrenadora Blajaith Aguilar, se refugiaron en un lugar seguro a la espera de encontrar la manera de salir del país. Ante la cancelación la de vuelos, el gobierno envió dos aeronaves ante una demanda de mil mexicanos que solicitaron el apoyo para regresar a México.

“Estuvimos resguardadas y a salvo, pero siempre tienes la incertidumbre de que tu integridad pueda verse dañada en cualquier momento. Hay que valorar la vida que en cualquier momento te puede cambiar, es algo importante que todos debemos tener en cuenta. Amar lo que hacemos y disfrutar todo el tiempo”, agregó.

Al bajar del avión se escuchó el cielito lindo y un sí se pudo, pese al cansancio.Las integrantes del equipo pusieron de frente la bandera de México y agradecieron a todos el estar al pendiente. Las deportistas, junto a su entrenadora, estuvieron una semana en Israel, trabajando mano a mano con el equipo de aquella nación, actual campeonas del mundo.

“Las chicas son muy resilientes, como trascienden y cada obstáculo que se les pone enfrente siempre lo han sabido sortear”, dijo.

Aunque la contingencia pausó los entrenamientos, el equipo retomará sus actividades de inmediato para preparar su participación en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023, donde buscarán conseguir un histórico lugar en los Juegos Olímpicos de París 2024.

“Las voy a dejar descansar mañana a medio día y después a empezar otra vez con los entrenamientos. Hay que seguir, pero no dejarlo atrás porque va a ser un aprendizaje de vida para todas nosotras y seguir trabajando”, señaló.

El equipo viajará el próximo 27 de octubre a la capital chilena, con la intención de dejar atrás el trago amargo.