Su vida está completamente forjada con los colores celestes. Guillermo Allison se formó en Cruz Azul, pasó casi 15 años en los rumbos de Xochimilco, también por Jasso, Hidalgo. Buscó una oportunidad a muy temprana edad, escaló categorías, fue nombrado como el futuro en la portería azul. Pero nunca pudo brillar, ni siquiera consolidarse y poco a poco se perdió en el olvido, además de que sus actuaciones pocas veces lo ayudaron a ganarse la confianza de la afición.

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En la novena jornada del Apertura 2023, en el estadio Azteca, se cruzará por primera vez con su antiguo equipo, el que lo vio nacer bajo los tres postes. Pero ahora con los Gallos Blancos de Querétaro. Un equipo que confío en sus capacidades a pesar de su veteranía y donde apenas ha encontrado la manera de destacar en Primera División, después de tantos años de espera y sacrificio.

El portero no la pasó nada bien cuando portaba los colores celestes debido a que siempre vivió a la sombra de Jesús Corona. Fue su eterno suplente desde que debutó en el 2013, apenas disputó algunos partidos en el máximo circuito. Aunque figuró más en Copa MX, Concachampions y en categorías juveniles ya que por algún tiempo fue mandado a la Sub-20 para tener ritmo. Mientras Chuy era el referente en la cabaña capitalina.

Sin embargo todo dio un giro. Cuando un joven de nombre Sebastián Jurado llegó como refuerzo en 2020, el canterano cementero no pudo más y pidió su salida de inmediato.

“Soy un jugador de casa, he estado aquí desde mis 15 años, y la verdad me siento muy agradecido con el club, siempre me han apoyado, pero yo pedí salir a la directiva porque quiero jugar y ganar algo”, dijo a mediados de ese año. Antes de partir rumbo a Cancún FC con su amigo Chaco Giménez, quien lo pidió como su arquero titular en el extinto Ascenso MX.

En ese lugar estuvo un año y hasta festejó el título de Liga que lograron los cementeros en 2021. “Muy contento, la verdad, tuve la fortuna de que un ex compañero me consiguiera un par de boletos y no podía faltar a esa cita, me formé en ese equipo y pasé prácticamente la mitad de mi vida ahí, sé lo que se vivió para conseguir el título y verlos levantar el trofeo fue una alegría muy grande”, dijo Allison después de la novena estrella.

Su carrera siguió en Celaya, en Expansión MX, donde brindó buenas actuaciones que no pasaron desapercibidas en Querétaro, donde actualmente es el portero titular. A pesar de que comenzó con el pie derecho por una fractura en la mandíbula que lo alejó de las canchas por algunas semanas, pero en cuanto se recuperó, el técnico Mauro Gerk le respetó la jerarquía por encima de Fernando Tapia.

El portero que nunca fue. Ese es Guillermo Allison. El que ahora buscará ser imbatible para que La Máquina se hunda en la clasificación.

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