21, septiembre 2023 - 6:00
Así es como se elaboran los luchadores de plástico / Arte: Noé López
Por Roberto Hernández | El Sol de México
Fernando González fue el primer niño que jugó con un luchador hecho de plástico. Su papá, Don Mario González, talló en madera la imagen del Santo y otros luchadores mexicanos como el Cavernario Galindo, Mil Máscaras, René “Copetes” Guajardo, Blue Demon y muchos más. Posteriormente se convirtieron en moldes y luego figuras icónicas con las que jugaban los niños desde 1950 y hasta la actualidad.
Con estudios en la Academia de San Carlos, Don Mario ayudó con su trabajo a preservar el legado de la lucha libre mexicana.
Las figuras de plástico, con la pose clásica de los luchadores -una fotografía del Santo y Blue Demon de 1953 con cada uno con una de las manos levantadas-, aún se venden en los alrededores de la Arena México, la Arena Coliseo y también en la página de Facebook “Toys Luchas y +”
Fernando González cuenta que su papá empezó a trabajar en el tallado de figuras desde 1950, principalmente con imágenes religiosas. Posteriormente, surgió la idea de moldear a los luchadores mexicanos hasta crear una serie de 10 figuras de la época dorada de la lucha libre para culminar con 30 modelos, de distintos tamaños, y 4 mascaritas.
El trabajo de Don Mario perdura en la infancia de muchas generaciones de niños mexicanos. Hoy se expone en el Museo del Juguete Mexicano, incluso son objetos de coleccionismo que se adquieren por grandes cantidades de dinero.
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Ahora, Fernando continúa con el legado de su papá. Lo hace con un trabajo artesanal pintado a mano, que requiere de dos días para su culminación, y recrea imágenes de los luchadores mexicanos. Estos tienen calidad bootleg, que son deseados no sólo en México, sino también en Estados Unidos, Sudamérica y Europa.
