Luego de dos años en los que Alberto del Río no logró competir por el campeonato de peso completo en WWE, en enero de 2013 se le brindó su chance ante Big Show, pero justo antes de que el combate se disputase, se enteró que su esposa embarazada había tenido un accidente automovilístico.

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Su mujer fue llevada de emergencia al hospital, pero aunque el mexicano quería ir con ellas para resguardar su salud, no podía hacerlo por el compromiso que ya tenía en WWE.

La contienda ante el Big Show fue de último hombre en pie, que consiste en dejar tirado a tu rival por 10 segundos para hacerte con la victoria. Del Río logró derribar al gigante tras arrojarle la mesa de comentaristas encima. Y se proclamó campeón de los pesos pesados por primera vez en la compañía McMahon.

“Estuve a punto de perderlas a las dos (esposa e hija). Se tambaleaban pero me tuve que ir a trabajar porque era el show en Miami“, dijo para el canal de YouTube, Warge.

Alberto relató que la lucha se la dedicó a su hija y esposa, pues mientras el colisionaba con el Big Show. Las dos mujeres más importantes de su vida estaban en peligro en el hospital.

“Esa lucha la hice con toda la pasión y cuando gané y me tiré abrazando el cinturón. Era un momento real porque se lo estaba dedicando a mi güerita”, sentenció.

Cuando el árbitro puso fin al combate, la reacción inmediata de Del Río fue ponerse de rodillas sobre la lona. Mientras lloraba por la situación que atravesaba, al compás de que Ricardo Rodríguez lo abrazaba y felicitaba por su victoria.

Afortunadamente, tanto su esposa como hija sobrevivieron al accidente y, en la actualidad, tienen una relación muy cercana.

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