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14, julio 2023 - 17:39

┃ Elihu Llano

McGregor fue el peleador más taquillero de UFC / Foto: Reuters

Originario de Dublín, capital de Irlanda del Norte, Conor McGregor entrenó boxeo desde los 12 años junto con su amigo Tom Egan y creyó que eso sería suficiente para sobresalir en las artes marciales mixtas. Pero apenas en su tercera pelea a nivel profesional, perdió contra Artemij Sitenkov por sumisión en 69 segundos.

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Conor se deprimió y quiso ponerle fin a su aún corta carrera en las MMA, más aún por el hecho de que para la contienda invitó a su familia y sintió su derrota como un golpe en el orgullo. Su madre le llamó por teléfono a John Kavanagh, entrenador de Conor McGregor, para que lo visitara y convenciera de regresar a entrenar.

El plan de su madre funcionó, pero Conor volvió a decaer cuando perdió ante Joseph Duffy. John le insistió a su discípulo que debía practicar kick boxing para mejorar sus movimientos de caderas y pies para tener mayores posibilidades de ganar. McGregor aceptó y adaptó su estilo de pelea a combinaciones de golpes en la quijada durante el primer asalto para buscar el KO en lugar de sumisión.

Los resultados dieron fruto con una racha de ocho victorias consecutivas. Dana White (presiente de la UFC) se fijó en él y en febrero de 2013 le ofreció un contrato por varias peleas que rondaban los 75 mil dólares más bonos si salía vencedor. Conor aceptó la propuesta y debutó dos meses después de ese mismo año ante Marcus Brimage. A quien noqueó en el primer round para llevarse el reconocimiento a KO de la noche.

Tras esta pelea, McGregor empezó a tener más confianza en sí mismo. El cambio en su personalidad fue tal que sus rivalidades no empezaban en el octágono, sino desde antes. El irlandés solía insultar a los familiares de sus oponentes en las conferencias de prensa para sacarlos de quicio y que cayeran en su juego mental.

“Ni un solo individuo en mi compañía está a mi nivel. Tu mujer es tu marido”, dijo McGregor previo a su tercera pelea contra Dustin Poirier.

Conor se mantuvo invicto en UFC con siete peleas ganadas, de las cuales seis fueron por KO. Esto lo motivó a pelear en divisiones diferentes (originalmente, McGregor pertenecía al peso ligero, pero decidió hacerlo también en peso pluma y hasta en welter). El pronóstico no era alentador, ya que subir de categoría no significa sólo aumentar de peso, sino adaptarse a él y a los movimientos corporales.

Para sorpresa de todos, McGregor noqueó a José Aldo en sólo 13 segundos para arrebatarle el título de peso pluma y estableció el récord del KO más rápido en una lucha por un campeonato en la historia de UFC. La misma dosis le repitió a Eddie Álvarez, a quien venció por nocaut técnico en peso pluma. Conor McGregor se convirtió en el primer artista marcial mixto en ostentar los campeonatos mundiales de dos divisiones diferentes en la historia de la empresa.

‘The Notorious’ no perdió una pelea hasta 2016 contra el brasileño Nate Díaz. Quien en UFC 196 lo hizo rendir en el segundo asalto tras someterlo con un mataleón a ras de lona. No obstante, eso no le era de importancia al irlandés, ya que seguía como el luchador más popular y mejor pagado de la compañía. De hecho, pidió su revancha meses después y logró desquitarse cuando salió vencedor en UFC 202 por decisión mayoritaria.

Poco después, McGregor desafió a Floyd Mayweather a una pelea de boxeo. Pese a que Dana White desmintió en un inicio que el combate sucediera, el evento se realizó y le juró a ‘Money Mayweather’ que lo vencería y acabaría con su invicto en el pugilismo. Este show fue uno de los más exitosos en ventas: 100 millones de dólares en venta de boletos para el T-Mobile Arena y 495 millones en ingresos televisivos.

Para su mala suerte, Floyd derrotó a ‘The Notorious’ por KO en el décimo round y posterior a ello, anunció su retiro de los cuadriláteros. McGregor perdió, pero se embolsó 30 millones de dólares por la pelea (algo que nunca logró en UFC, pues su récord en el octágono fue de tres millones).

Aquí comenzó la declive de Conor McGregor. Pese a que aún era el campeón de peso ligero en UFC, en su regreso a los octagonos, se enfrentó al ruso Khabib Nurmagomedov. Quien también estaba invicto en las MMA con más de 20 victorias en su haber. Los juegos mentales e insultos de McGregor no funcionaron con Khabib. El irlandés llegaba tarde a las conferencias de prensa y perjuraba que su rival no era nadie comparado con él.

Ya en la jaula de acero, Khabib sometió a McGregor de espaldas contra la lona con una neck crank y lo obligó a rendirse segundos antes de que terminara el tercer asalto.

Después de esta contienda, McGregor perdió nuevamente ante Dustin Poirier dos veces consecutivas y su récord de MMA quedó en 22 victorias y seis derrotas.

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