SAN SALVADOR.- Pocos duelos, en estos Juegos, ejemplificarán tan a la perfección lo que representa el recambio generacional en una disciplina. Entre las mexicanas Aída Román y Ángela Ruiz, rivales en el duelo por la medalla de bronce en la prueba individual de arco recurvo, hay 19 años de diferencia, toda una vida que al momento de pararse en la línea de tiro se convierte en nada.

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Las arqueras mexicanas ofrecieron un duelo para el recuerdo. El atrevimiento de Ángela Ruiz, de 16 años, le permitió liderar los dos primeros sets, para poner la pizarra con un cómodo 4-0. La joven arquera se veía cómoda, incluso tirando algunos dieces que dejaban sin respuestas a Román.

La medallista olímpica, sin embargo, sacó la experiencia para equilibrar la situación y de a poco fue sacando los puntos. Tras empatar 28-28 en el tercer set, se llevó los dos siguientes para igualar la pizarra 5-5 y mandarlo todo a la prueba de desempate.

El drama no paró y a un 10 de Román llegó un 10 de Ruiz, solo que su flecha quedó más cerca de la X. Ambas arqueras se abrazaron al finalizar el duelo, porque antes que rivales, son compañeras.

ÁNGELA RUÍZ, FELIZ DE MEDIRSE A UNA HISTÓRICA COMO AÍDA ROMÁN

“Me siento emocionada y satisfecha con lo que hice hoy, fui fiel a lo que he estado entrenando. Se dio un buen resultado, obviamente sí me hubiera gustado disputar el oro, pero a pesar de lo que tiré, siempre hay un favor que cambia” dijo Ruiz, al terminar la competencia.

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La joven arquera valoró el hecho de medirse ante una referente como Aída Román. “Lo disfruté mucho, hubo algunas flechas con las que no quedé cien por ciento conforme pero después se recuperó. En la última flecha, hay un dicho que dice que solamente necesitas una flecha para ganar, en mi caso así fue, y esa flecha la sentí que salió solita”.