Jorge Campos fue reconocido en el mundo del futbol por sus coloridos uniformes. En las calles de México era frecuente ver a los niños “disfrazados” del portero acapulqueño. El rosa mexicano y el amarillo “marcatextos” resultaban las prendas favoritas de los pequeños que querían emular al ex seleccionado mexicano.

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¿Qué sentía la leyenda de la portería en México cuando veía a los pequeños con sus prendas de colores brillantes que se volvieron inolvidable?

“Eso me inyectaba energía era algo especial para mí, cada vez que lo veía, era un compromiso que yo sentía para hacer las cosas bien. Todo el mundo me hablaba, me pedían los uniformes, me decían: ‘es para mi hijo, mi niño lo quiere’”, rememora sonriente el legendario guardameta nacional.

JORGE CAMPOS Y SUS UNIFORMES INSPIRABAN A LOS NIÑOS

“Siempre estaba alguien, dos o tres jugadores con uniformes. Me motivaba y me hacía superarme más para no defraudar a estos niños, y el compromiso que tenía de estar en la portería y jugar bien”, asegura.
En los momentos malos de su carrera, Campos recuperaba el ánimo al ver a los niños que querían ser como él

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“No siempre se puede jugar bien, no siempre se salen las cosas. Entonces, cada vez que me pasaba algo, me equivocaba, yo me acordaba, y veía a los niños otra vez, me decía: ‘vamos, no pasa nada’. Entonces, yo creo que eso fue algo muy especial para mí”, afirma orgulloso.