Es el partido más emblemático, por historia, en la Liga Mexicana de Beisbol. A pesar de ello, en la actualidad esta Guerra Civil es la más desigual de los últimos tiempos. Los Tigres de Quintana Roo no tienen el armamento suficiente para hacer frente a los Diablos Rojos del México, que no tuvieron compasión. La piedad no existe en su vocabulario y menos ante el acérrimo rival. Este sábado los capitalinos apabullaron 16-5 a los de Quintana Roo y además el triunfo significó tomar la cima de la Zona Sur.

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Con esta segunda victoria, los pingos ya se adueñaron de la tercera serie que han protagonizado contra los felinos en la presente temporada. De paso lograron su octavo triunfo de manera consecutiva contra los quintanarroenses. Este domingo las dos novenas volverán a enfrentarse, donde los Tigres sueñan con evitar otra barrida.

Mientras que los escarlatas cuentan con todos los cañones a su disposición, en la organización bengalí parecen no tener ni fusiles. Eso quedó comprobado en el campo del Alfredo Harp Helú, que lució una buena entrada y en donde sin duda la afición disfrutó al máximo.

La pizarra se movió desde la primera entrada. Julián Ornelas conectó un jonrón con Jesús Fabela y Carlos Sepúlveda en los senderos para ponerse 3-0 de inmediato. Los felinos reaccionaron en el segundo capítulo con dos carreras anotadas gracias al doblete de José Lizárraga y al triple de Pedro Castellano, pero todo quedó en un amago.

En ese mismo segundo episodio, los capitalinos anotaron un par con un doblete productor de Julián Ornelas que impulsó a Córdoba y Sepúlveda. 5-2 momentáneo. Los Tigres trataban de recortar distancias (Olmo Rosario anotó), la ofensiva hacía su trabajo, pero el bullpen no logró dominar los maderazos del rival, jamás existió ese equilibrio.

Ramón Flores y Jesús Fabela timbraron en la tercera y cuarta entrada para ampliar la diferencia de los Diablos. En la quinta, Tigres dijo presente en el electrónico con el inatrapable de Rosario que impulsó a Antonio Monroy, mientras los de la Ciudad de México consiguieron dos más con el hit de Sepúlveda que mandó a la registradora a Córdoba y Ruiz.

En la sexta entrada, el México logró un racimo de cinco rayitas, entre ellas el jonrón de dos carreras por parte de Stefen Romero. Curiosamente en la fatídica, la ofensiva local se quedó en blanco, pero en el octavo rollo volvieron hacer daño con dos más por conducto de Brandon Jaime y Rio Ruiz.

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No hubo quinta mala para los de Quintana Roo cuando Pedro Castellano, el mejor elemento de ofensiva en la visita, se voló la barda para regalarle la pelota a los aficionados del equipo contrario. Un triunfo aplastante de los pingos, que hicieron de nuevo la diablura a su odiado rival en el “Diamante de Fuego”.

En la lomita, Greene consiguió su tercer triunfo (3-2) y Torres cargó con la derrota (4-4)