La madre de Julio César Chávez puede presumir que uno de sus hijos es uno de los boxeadores más grandes de toda la historia en México. Lo que no puede, es decir que estuvo presente en las peleas de su hijo.

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En entrevista con Yordi Rosado, el peleador mexicano recordó que sus hermanos también peleaban y su madre simplemente no quería sufrir más, por eso se perdió sus combates.

“Me dijo que ella ya no quería sufrir, que mis hermanos llegaban todos hinchados, todos golpeados y no quería que fuera boxeador. Le rogué y le rogué hasta que me dio chance. Le dije: ‘Deme chance 10 peleas nomás. Si pierdo una, sigo estudiando’, pero gracias a Dios no fueron 10, sino más de 90 y no fueron más porque comencé a drogarme”, aseguró.

El peleador mexicano recordó que en Las Vegas, su madre prefirió quedarse en el hotel en lugar de estar con él en la arena.

“La llevé a Las Vegas, pero se quedó en el hotel. Mi papá tampoco iba a verme pelear, pero la primera vez que lo hizo le dio diabetes porque fue a la primera contra Meldrick Taylor. Se salió de la arena en el octavo round porque no soportó ver la chinga que me estaban poniendo”, comentó.

Julio César Chávez recordó su derrota ante Randall

El mexicano recordó que en su pelea 91 fue donde se dio cuenta del gran impacto que tenía en los aficionados al boxeo, además de relatar una anécdota con sus hijos de esa misma noche.

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“Mi pelea 91 contra Frankie Randall fue algo muy triste porque fue cuando realmente me di cuenta lo que valía. Pierdo y veo a mi alrededor toda la gente estaba llorando y me dije: ‘Ah, cab… ¡Perdí! ¡Perdí!’. No lo podía creer y de la tristeza me metí al cuarto con Julio y Omarcito. A las 3 de la mañana me levanto al baño sin acordarme que ya había perdido, pero Omarcito me lo recordó: ‘Perdiste, apá. Perdiste… Pero caíste de culito’”, sentenció.