31, marzo 2023 - 14:21
Oscar Pistorius seguirá en prisión; le negaron libertad condicional por asesinar a su esposa. | Foto: AFP
A Oscar Pistorius se volvió leyenda en tan sólo 45 segundos y 44 centésimas, al correr los 400 metros en los Juegos de Londres-2012, algo inédito para un doble amputado. Con la misma velocidad, su vida cambió radicalmente al año siguiente, cuando mató a tiros a su novia.
El exatleta de origen sudafricano, condenado a más 13 años y cinco meses de prisión por asesinato, tenía la esperanza de que la justicia aceptara este viernes su demanda de libertad condicional, pero finalmente fue rechazada y seguirá en la cárcel al menos hasta que se vuelva a estudiar su caso en agosto del 2024.
El mismo año en el cual participó en la justa veraniega de Londres 2012, Pistorius fue incluido en la lista de las cien personas más influyentes del planeta, tras competir y firmar un precedente en la lucha por los atletas discapacitados.
‘Blade Runner’ reunió a diversas marcas e inclusive las tuvo haciendo fila para firmar contrato y ser el símbolo de superación personal en el deporte mundial.
La madrugada del 14 de febrero del 2013, casi siete meses más tarde de tocar la gloria en Londres, su imagen de héroe de despedazo ante el mundo, esto por haber asesinado a tiros a su esposa Reeva Steenkamp, en el baño de su casa en Pretoria.
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Fueron 4 los disparos que encajó a través de la puerta del baño en el cual la modelo se encontraba en el momento del crimen, en el juicio, el atleta argumentó que se confundió con un ladrón.
A la mañana siguiente, los medios de comunicación se volcaron en esta historia, una maquinaria mediática sin precedentes.
Una vida rota…
De acuerdo a los retratos que la prensa internacional ha formulado con base en las investigaciones sobre Pistorius, el sudafricano “es un apasionado de la velocidad, mujeriego y, sobre todo aficionado a las armas de fuego.”
La justicia de aquel continente investiga los antecedentes de Oscar con estos objetos, como cuando disparó por error al manipular un arma en un restaurante o cuando en otra ocasión disparó a un coche en un gesto de enojo.
El proceso se extendió de marzo a octubre de 2014, durante el juicio se mostró sumamente emotivo, rompió en llanto, inclusive vomitó en diversas ocasiones para repetir que nunca tuvo intenciones de matar a su esposa.
Con profundo arrepentimiento pidió perdón a sus ex suegros, fue condenado en primera instancia a cinco años de prisión, pero en el juicio en apelación celebrado en junio de 2016, un psicólogo de la defensa lo describió como “un hombre roto”, que sufre un síndrome severo de depresión.
“Se puede decir sin dudar que su caída ha sido terrible”, añadió el experto, pocos días antes de que el exdeportista se presentó ante el juez caminando sobre sus muñones para intentar ganarse su simpatía.
Los patrocinadores lo abandonaron y, privado de ingresos económicos, Pistorius quedó arruinado, la venta de su casa fue clave para poder remunerar a sus abogados, para su mala fortuna, la sentencia en apelación aumenta su condena a los 13 años y 5 meses de prisión. Solo le queda el apoyo del entorno familiar.
Dura infancia
Pistorius nació sin peronés el 22 de noviembre de 1986 en Johannesburgo y fue sometido a una operación para amputarlo por debajo de las rodillas a la edad de 11 meses. Aprendió a caminar con prótesis y desde su infancia buscó medirse con deportistas no discapacitados, probando el waterpolo, el cricket y el boxeo.
Descubrió el atletismo tras la muerte de su madre y una lesión en la rodilla, la cual le dejó un trauma cuando tenía tan sólo 15 años, ganó sus primeras medallas mundiales a los 18 años en la categoría de amputados de ambas piernas.
Sus resultados y ambición, lo orillaron a solicitar su admisión en las competiciones para atletas no discapacitados, lo que abrió un largo debate dentro y fuera de las pistas. Fue en 2008 cuando la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) rechazó su participación en las competiciones que organizaba al considerar que las prótesis de carbono le daban a Pistorius cierta ventaja en la segunda parte de la vuelta a la pista.
El Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) quitó la razón en 2008 a la IAAF y Pistorius pudo competir con los atletas de élite en 2012. Pistorius puso en marcha sus entrenamientos para convertirse en el primer atleta discapacitado en correr el Mundial de Daegu 2011, donde consiguió colgarse la medalla de plata en el relevo 4×400 metros lisos.
Finalmente en Londres 2012, alcanzó las semifinales en los 400 metros lisos y la final en el relevo 4×400, lo que fue la cúspide de una brillante carrera, que se acabó de golpe.
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