Diogo de Oliveira pensó en el retiro, pero su persistencia pudo más y así siguió con su carrera profesional en el futbol. El brasileño pasó de vender hamburguesas en un restaurante de comida rápida a jugar en clubes donde pasó varios meses sin un sueldo fijo y su familia tuvo que apoyarlo económicamente.

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Después le llegó la oportunidad en Plaza Colonia de la Primera División Uruguaya, donde finalmente fue visto por el cuadro mexicano. La estabilidad en su vida finalmente la encontró con el conjunto de la UNAM. Es por eso que siempre estará agradecido por la oportunidad que recibió desde que llegó en el Apertura 2021.

“Pumas cambió mi vida y la de mi familia. Yo tengo un cariño muy grande por el equipo. Me ha dado la oportunidad de demostrar y de estar en un equipo grande de México. Estaré siempre agradecido, Pumas es un club que amo”, aceptó.

No todo fue tan sencillo para el sudamericano. Su adaptación en nuestro país le costó, pero Andrés Lillini lo ayudó a hacerlo realidad. “Fue muy difícil adaptarme, pero Lillini me ayudó mucho. Fue como un padre para mí en México. Él hablaba conmigo y me apoyaba. Con él empecé a jugar en la punta”, aceptó el habilidoso jugador. Ahora con Rafael Puente Jr. desempeña una nueva posición y espera seguir avanzando en su aprendizaje. “Con Rafa me he adaptado bien. Le gusta salir jugando, estoy aprendiendo más, eso para mí es algo muy bueno”, agregó.

“Yo tengo mis limitaciones, voy a errar siempre, todos los jugadores tienen sus errores. Yo nunca había jugado por la banda, es una posición nueva, me estoy adaptando todavía, pero me gusta para apoyar al equipo”, remató.

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