Abuelos, padres, hermano y prácticamente toda su familia es amante del tenis. Matteo Berrettini nació con una raqueta en la mano, así mismo lo cuenta él, entre risas, pero la realidad es que no fue la primera opción del italiano para hacer una carrera.

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Al número 24 del mundo le llamaba la atención todo menos el deporte blanco, intentó varias disciplinas, aunque el destino fue caprichoso y gracias a su hermano, finalmente regresó a él para convertirse en uno de los mejores del mundo.

“Mis abuelos todavía juegan tenis, es algo con lo que nací y cuando empecé a jugar que tenia 4 años no me gustaba, le dije a mis padres que quería hacer algo más y he hecho natación, judo y en Italia se juega al futbol”; comenzó su relato.

“Mi hermano que es más joven empezó a jugar y cuando tenía como 8 me dijo que volviera; lo intenté, me gustó y ahora puedo decir que le agradezco”; continuó.

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“JUGÁBAMOS A SER FEDERER Y NADAL”

Matteo Berrettini confesó que si bien no era su predilecto, el tenis marcó su vida y ahora puede presumirse como uno de los mejores tenistas del circuito, pero antes de eso, la ilusión de una carrera exitosa no era más que eso.

“Imagínate, jugábamos a ser Rafa y Roger, ahora jugamos dobles juntos, es complicado, claro, pues hay muchas emociones de por medio, pero la verdad es que es lindo poder compartir con él”; cerro.

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