15, febrero 2023 - 16:14
Kansas City Chiefs parade | Foto: @Chiefs
Son los Jefes de la NFL y su gente lo sabe. Así como en los días de partido son capaces de hacer del estadio Arrowhead el más ruidoso de toda la liga, los días de festejo son capaces de convertir la ciudad y sus calles en un auténtico manicomio. Y es que no todos los años se tiene la oportunidad de ganar un Super Bowl ni de hacer el tradicional desfile, de los pocos momentos donde público y jugadores acaso son uno mismo.
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Desde muy temprano, las calles de Kansas City comenzaron a llenarse. La salida de los jugadores, coaches y propietarios de la franquicia campeona de la NFL estaba programada para el mediodía, pero a un costado de las avenidas donde pasarían los camiones había gente instalada desde la madrugada, incluso dentro de casas de acampar. La mayoría, sin embargo, prefirió llegar hasta el tradicional Union Station, donde fue instalado un escenario para que los jugadores celebren ante su gente.
Ahí, en los jardines de alrededor, se concentró la mayor parte de la multitud, en un día en el que la temperatura de alguna manera ofreció una tregua en Kansas City, con los seis grados centígrados, clima muy diferente al que se espera en las próximas horas, con nevadas y temperaturas bajo cero.
Donna and Travis Kelce at the Chiefs' Super Bowl parade 🏆❤️
— ESPN (@espn) February 15, 2023
(via @tkelce) pic.twitter.com/d6bs02qK2x
Como estaba establecido, poco después de las 12:00 horas, por el Gran Blvd aparecieron los camiones de dos pisos, adornados con la leyenda que los acredita como campeones del mundo, con los campeones en la parte más alta. El trofeo Vince Lombardi acaparó las miradas, como la joya de la corona que pasaba de mano en mano, en una clara muestra de victoria.
Las autoridades locales esperaban más de medio millón de asistentes. Se sabe que la afición de los Chiefs es una de las más pasionales de toda la NFL y en cada momento se dejaron sentir. Uno de los más ovacionados, por supuesto, fue Patrick Mahomes.
El mariscal de campo llevaba goggles, por aquello de la lluvia de líquidos que suele estar presente en esta clase de festejos y de vez en cuando brindaba con la afición. Desde abajo, en las aceras, el grito de MVP sonaba con fuerza, y es que a lo largo de la temporada no hubo nadie mejor que él. El mote de más valioso lo tiene bien merecido.
“Antes de iniciar la temporada dijeron que estábamos en reconstrucción; no sé ni qué es eso. Por eso esto es para ustedes. Sólo quiero decir que apreciamos que estén aquí con nosotros y les digo que esto es sólo el principio”, Travis Kelce también es una de las superestrellas, y la gente se lo reconoce. Ambos, en algunos momentos, bajaron del autobús para firmar algunos autógrafos.
Y’all ready for some parade content?🏆 pic.twitter.com/uDQGpUEA5W
— Kansas City Chiefs (@Chiefs) February 15, 2023
“Los que nos odian decían que los Chiefs no llegarían a playoffs, pero ellos no conocían a Patrick Mahomes y a este equipo que tiene la mejor ofensiva de la NFL”, dijo Travis Kelce.
Uno de los que más llamó la atención fue el centro Creed Humphrey, quien presumió una playera con la leyenda “cero capturas”, luego de que Patrick Mahomes no fuera derribado ni una vez durante el Super Bowl, más allá de enfrentar a la férrea defensiva de los Eagles.
Ya en las calles del Downtown, en el centro de la ciudad, las miradas no solo llegaban desde las calles, sino también desde los edificios. A través de las ventanas y balcones se observaban jerseys rojos, en una auténtica locura que se vive en la ciudad desde que el domingo pasado sus Chiefs derrotaron a los Eagles en un cerrado partido disputado en el State Farm Stadium.
“Estoy muy orgulloso de estos muchachos. No todos pueden presumir tener al mejor equipo del mundo, con los mejores jugadores del mundo, en la mejor organización de todas y sobre todo, a los mejores fanáticos. Los amamos”, destacó el entrenador Andy Reid.
Fue la culminación de una fiesta. El fin de una temporada exitosa y la promesa de volver más fuertes. Al más puro estilo de las gradas del Arrowhead, retumbaron los tambores y los brazos se movieron apuntando al futuro. La dinastía de los Chiefs no ha hecho más que comenzar.
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