12, febrero 2023 - 6:00
Personas afroamericanas siguen luchando contra la discriminación. FOTO: Jorge Briones | ENVIADO
Phoenix, Arizona.- No hay mejor escenario que el Super Bowl para que los grupos minoritarios intenten alzar la voz y sean escuchados por el resto de la sociedad estadounidense.
En medio de las celebraciones del juego por el título de la NFL, los principales accesos al Centro de Convenciones de la ciudad de Phoenix están acaparados por grupos de afroamericanos que siguen en sus intentos por acabar con la discriminación en pleno siglo XXI.
“Jesús es negro, no blanco”, se lee en las pancartas que muestran en las callen inundadas por los aficionados.
Con actitud retadora e intimidante, los protestantes son custodiados por autoridades locales que evitan algún tipo de enfrentamiento. La brecha racial aumenta ante la mirada de todos los asistentes al Super Bowl LVII.
Pero no es el único grupo que intenta aprovecharse del contexto. También los cristianos en el país se apoderan de algunas esquinas donde invitan a los transeúntes a unirse a su discurso y acercarse a la palabra de Dios.
Cabe destacar que, en Estados Unidos, el cristianismo es mayoritario y se estima que el 63% de los adultos son apegados a la religión de acuerdo a una encuesta del Pew Research. La cifra ha venido a la baja en los últimos años, con un 9% menos que el registrado hace 15 años (78% en 2015).
Actualmente sólo el 29% de los residentes del país vecino se consideran como no afiliados a ninguna religión.
Más allá del deporte, el Super Bowl sirve para que los grupos minoritarios aprovechen la vitrina y puedan sortear sus diferencias con el resto de la sociedad.
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