Phoenix, Arizona.- La NFL es un negocio tanto dentro como fuera del emparrillado. Los cerca de 50 mil aficionados que viajan a la sede del Super Bowl aprovechan el fin de semana previo al partido para visitar las diferentes actividades programadas por la liga en la ciudad sede.

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Una de las más visitadas por las fans es la “NFL Store”. Los ojos de los aficionados pasan por el bolsillo antes de caer en la gran cantidad de tentaciones que habitan en el lugar.

Si bien los diferentes stands en el Centro de Convenciones de Phoenix cuentan con artículos predominantes a la edición 57 del Super Bowl y a los dos equipos que se disputarán el título de la temporada 2022, también satisface a los fans de las otras 30 franquicias de la liga.

Los precios son exorbitantes y mucho más caros que lo acostumbrado. Playeras, gorras, sudaderas, jerseys, calcetines, osos de peluche o llaveros, son algunos de los accesorios más comprados, aunque los reflectores apuntan hasta el fondo del pasillo.

La tienda de memorabilia se convierte en un viaje al pasado, ese que ha hecho de la NFL una liga tan exitosa.

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Las figuras que dejaron su huella en los emparrillados siguen presentes entre sus aficionados. Desde un cuadro del legendario entrenador Don Shula hasta uno de Tom Brady en su época con los Patriots; así como el casco del novato Brock Purdy o el jersey autografiado de Patrick Mahomes.

“No tocar”, se lee en la entrada a un lugar que provoca sonrisas entre sus presentes, como si en cuestión de segundos recordaran las jugadas que hicieron sus ídolos.

El desfile de aficionados con sus compras es interminable. La mercancía vuela, al final nadie quiere irse de Phoenix sin un recuerdo que les haga sentirse parte del Super Bowl LVII.

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