Phoenix, Arizona.- Entre el glamour y la efervescencia que provoca el Super Bowl LVII, la ciudad sede muestra una cara distinta entre algunos de sus residentes más olvidados: la de los “homeless”.

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Caminar por las calles aledañas al Centro de Convenciones, ubicado en el centro del “Valle del Sol”, va de la mano con observar una gran cantidad de personas sin hogar, quienes también buscan la forma de sacarle provecho al juego por el campeonato de la NFL.

“Un dólar, por favor”, piden una y otra vez a los turistas que han invadido la capital del estado de Arizona.
Pero el problema va más allá de la zona turística de Phoenix. Glendale, una de las ciudades aledañas, también es invadida por vagabundos que en la noche recorren las avenidas deteniéndose en botes de basura en busca de algún alimento.

Pese al esfuerzo de las autoridades locales y de la propia NFL por mantenerlos alejados de la zona donde celebran sus diferentes actividades referentes al Super Bowl, se trata de una misión imposible.

De acuerdo a datos del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano Estados Unidos, la cantidad de personas sin hogar en el área metropolitana de Phoenix aumentó en un 21 % desde 2020, es decir, desde el inicio de la pandemia provocada por el Covid-19.

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“Son personas que han perdido su casa. La situación económica es difícil y no les queda otra más que vivir en la calle”, comenta un taxista de origen mexicano. “No te hacen nada, jamás te robarán”.

En Phoenix, también se incrementó en un 9 % el número de personas sin hogar que viven en espacios de refugio.

Un rostro totalmente opuesto al que muestra la ciudad sede para el Super Bowl LVII.

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