Phoenix, Arizona.- Ser un estado vecino a México le da a Arizona un estilo muy nacional. El español se habla en muchos rincones de la ciudad que albergará el Súper Tazón LVII, pero hay un sitio en el que cualquier mexicano se puede sentir como en casa.

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Los Perros, el popular mercado cerca del aeropuerto de la ciudad, transpira la cultura mexicana. Llena de artículos que particularmente podrían encontrarse en cualquier sitio del país, norteños, tapatíos, leoneses, chilangos y demás paisanos llegan a obtener las cosas que aman, pero que se quedaron en México por la búsqueda de una mejor vida.

Denominada como pulga, el mercado tiene características a cualquier otro de la Ciudad de México o el interior de la república. Los establecimientos de comida presumen tener refrescos que se venden en nuestra patria. Tacos, tortas y hasta una que otra tostada se pueden observar. Muy al estilo gabacho, los hotdogs y las hamburguesas no pueden faltar. Las familias acuden los miércoles, sábados y domingos a disfrutar de una convivencia muy cercana a la del hogar.

Los rebosos y chales se venden por mayoría. No importa que sea de un equipo de futbol, de la virgen de Guadalupe o de la mismísima Frida Khalo, lo importante es portar esa prenda que denote que eres mexicano.

Lo mismo pasa con las botas. Desde León llegan algunos empaques, también desde Sonora, cualquiera puede portar los zapatos del estilo que quieran, la representación de nuestras tierras está más marcada.
Las prendas para dama también son mayoría. Los vestidos y mallones tienen anonadadas a las que no tienen el capital para comprar en las grandes marcas que caracterizan a la unión americana.

La comida también es parte importante. Todas aquellas botanas que quedaron atrás, como las papas con sal o algunas con un chile en específico, se pueden conseguir aquí. El mexicano no olvida el sabor de las cosas que lo enamoraron de su tierra y pagan hasta cinco u ocho dólares por una bolsa regular.
No sólo ropa y alimentos se pueden ver. Piñatas, accesorios, juguetes, imágenes religiosas, bolsas, sombreros, juguetes típicos y hasta molcajetes se logran adquirir si se tiene el dinero necesario.

La mayoría de las cosas ronda entre los cinco y 20 dólares, entre más extrañas sean las cosas o más complicadas de conseguir, en una clara muestra de la oferta y la demanda, puede alcanzar un mayor precio.

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Así son Los Perros, un mercado con un sabor muy mexicano que, a unos cuantos kilómetros de nuestro territorio, hace que los legales o ilegales disfruten de cosas que su tierra les ofreció.

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