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20, enero 2023 - 11:16

┃ Guillermo Abogado González

Dani Alves no saldrá de la cárcel en Barcelona. Foto: Mexsport

La víctima de 23 años ratificó este viernes su denuncia sobre el jugador brasileño Dani Alves y aseguró con más detalles que le pegó y la violó, todo esto tras encerrarla en un baño de la zona VIP de la discoteca Sutton.

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De acuerdo con la Prensa Ibérica esta es la declaración de la denunciante que provocó que en estos momentos se encuentre detenido en Barcelona el futbolista de Pumas de la UNAM a la espera de que un juez dictamine su sentencia, la cual podría conocerse en un plazo de hasta 72 horas.

DECLARACIÓN DE LA VÍCTIMA:
Los hechos sucedieron en la madrugada del 30 de diciembre. La víctima, de 23 años, acudió a la discoteca sobre las dos de la madrugada acompañada de dos amigas. En la zona de baile fueron invitadas por un grupo de amigos de origen mexicano a subir con ellos a la zona VIP de Sutton y ellas los siguieron. Tras algunos minutos charlando con estos amigos, un camarero de Sutton se acercó a las tres jóvenes y les comunicó que un cliente deseaba invitarlas. Ellas rechazaron la invitación. Pero el cliente insistió y el camarero regresó. En esa ocasión, el camarero remarcó que se trataba de un “amigo”. Las tres jóvenes accedieron a seguirlo hasta su mesa, dentro de la zona VIP.

En esa mesa había dos hombres y también dos mujeres, que se marcharon al llegar las tres jóvenes. Uno de los dos hombres era Dani Alves y el otro, un amigo del futbolista. Alves se presentó a la mujer, que no lo conocía, como un hombre que se llamaba “Dani” y que “jugaba a petanca en L’Hospitalet de Llobregat”. Pero los amigos mexicanos sí sabían de quién se trataba –actualmente Alves juega precisamente en club Pumas de México– y se lo explicaron.

Según la denunciante, Alves, que quiso invitarlas a cava, comenzó enseguida a tontear con las tres, pegándose mucho a ellas y tocándolas. Después, se colocó detrás de la víctima y comenzó a decirle cosas que ella no entendió posiblemente porque eran en portugués. Fue entonces cuando supuestamente le agarró con fuerza la mano y Alves se la llevó a su pene, un gesto que repitió en dos ocasiones pese a la resistencia de ella. A continuación, señalando una puerta que ella no sabía a dónde conducía, Alves la conminó a seguirlo y entrar.

No hay grabaciones de lo que ocurre en el interior de ese espacio, que era un baño. La mujer asegura que en cuanto vio que era un servicio –con un váter y un lavamanos– quiso salir, pero afirma que Alves cerró la puerta y se lo impidió.

La mujer afirma que al salir del baño ya solo quedaba una amiga en la sala VIP. Afirma haber quedado en estado de shock en ese instante y recuerda que le dijo a su amiga que tenían que irse. Al salir de la discoteca, la joven rompió a llorar y fue entonces cuando trabajadores de Sutton le preguntaron qué había pasado.

La denunciante fue atendida en una sala de la discoteca, a la que también acudió el responsable del local, y estos avisaron a los Mossos y una ambulancia, que la trasladó al Hospital Clínic, donde se le practicó un examen en busca de restos biológicos que ayuden a demostrar su denuncia. En el informe médico se recogen, según las fuentes consultadas por este diario, que hay algunas lesiones compatibles con el forcejeo.

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