Aunque Green Bay llegó moribundo al partido ante los Cowboys, se sabe que en Lambeau Field y ante un gran rival los Packers siempre responden. El equipo de Matt LaFleur dejó atrás la etiqueta de víctima para reponerse de una desventaja de 14 puntos y llevarse la victoria 31-28 en el drama del tiempo extra y poner fin a una racha de cinco encuentro sin ganar.

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El partido fue un toma y daca constante, digno de las grandes tardes. Mike McCarthy, un viejo conocido en esas tierras, puso en juego algo más que el orgullo y se encomendó a los suyos para sacar una ligera revancha. Los Cowboys fueron mejores en el arranque del encuentro y lograron poner puntos rápido cortesía de CeeDee Lamb, al hacer buena una recepción de tres yardas.

Los Packers respondieron pronto. Muy mermados en la posición de receptor, Rodgers volvió a hacer lo que mejor sabe y de la nada convirtió al novato Christian Watson en la estrella de la noche. El jugador había dejado caer pases importantes en los partidos pasados, sin embargo, ahora no falló y con una recepción de 58 yardas igualó la pizarra. Poco más tarde, los Packers dieron un golpe importante con un acarreo de Aaron Jones, quien volvió a superar las 100 yardas y se mostró dominante.

Más allá de que los Packers dieron buenas sensaciones, los Cowboys volvieron a lo suyo y lograron igualar el partido antes del descanso, con un touchdown del ala cerrada Dalton Schultz tras un pase de 5 yardas por parte de Dak Prescott.

La segunda mitad desató la locura, con un tercer cuarto que fue en su totalidad para los Cowboys. A pesar de que la defensiva no logró imponer su tradicional dominio, el ataque encontró la forma de mover el ovoide y poner puntos en el marcador gracias a un acarreo de Tony Pollard y un nuevo touchdown de CeeDee Lamb.

Pero ya se sabe, que a Aaron Rodgers, por más que lleve cinco derrotas en fila, nunca se le puede dar por muerto. El mariscal de campo sacó todo el carácter durante el último cuarto para firmar un regreso digno de sus mejores años. Su cómplice perfecto fue Watson, quien logró ingresar a la zona prometida en un par de ocasiones más, ante la euforia generalizada de la tundra congelada. Watson mostró su capacidad en el juego profundo al anotar tras un pase de 39 yardas y posteriormente al dominar la zona roja con un envío de siete yardas, en un partido digno para un receptor tomado en la segunda ronda del draft llamado a ser la nueva figura del equipo.

El partido tuvo que ir hasta el tiempo extra para encontrar un ganador. Fueron los Packers, tras una jugada grande de Rodgers y Lazard que los dejó a las puertas del gol de campo, donde Crosby firmó la remontada. Los Cowboys tuvieron el balón primero pero su ataque quedó corto.

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