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5, noviembre 2022 - 6:41

┃ Marysol Fragoso

Gustavo Montoya toreo en el Gran Premio de México. Foto: cortesía Gustavo Montoya

El pasado domingo 30 de octubre durante el Gran Premio de Fórmula 1 en el Autódromo Hermanos Rodríguez en la Ciudad de México, el sagrado recinto del automovilismo en nuestro país, retumbó con los olés del público que vibró ante los capotazos que a pie de pista ejecutó el oficial Gustavo Montoya.

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Dichos lances fueron captados en video desde la tribuna por el matador Sergio Flores quien lo subió a sus redes, al igual que el periodista Pablo Carrillo. De inmediato fueron compartidos por miles de taurinos que emocionados sintieron en la acción una reivindicación para la fiesta brava.

El autor de ese hecho fue el oficial de pista Gustavo Montoya, quien es amante de la tauromaquia e inclusive formó parte de los Forcados Queretanos. En ESTO, lo localizamos y desde Amealco, Querétaro, vía celular, nos contó los detalles, amén de compartirnos su video y sus fotos a pie de pista, que dejaron gran sabor de boca.

Gustavo Montoya con Forcados de Queretanos. Foto: cortesía

“Pedí permiso quince días antes y el director de pista: Julián Abed y también su hermano Jorge, ellos son hijos de don José Abed, que en paz descanse; me autorizaron a que llevara el capote el día de la carrera.

El plan original era que cuando pasara el safety car para dar la vuelta a la pista, yo tuviera una interacción con el Aston Martín; lo iba a bregar, para luego pegarle un lance para que se detuviera en pits”. comentó.

“Sin embargo, en la Fórmula 1 los tiempos son muy exactos y como el desfile del Carnaval de Mazatlán se había tardado como un minuto más, me dijeron que ya no iba a dar tiempo de hacerlo y pensé: ‘ni modo, me quedé con las ganas’ , pero luego por radio me comentaron: ‘tienes 20 segundos para echarte unos capotazos en tu lugar, antes que pase el safety car’, y, los hice. Yo estaba en el puesto 6.3”.

La ubicación referida se encuentra después de pasar la zona de curvas llamada Moisés Solana, luego de una horquilla en la zona del Estadio: “En la mañana, me había revisado el capote para que no fuera llevar alguna consiga política. Como ya está viejo y ha sido usado mucho, en la parte del color rosa tenía una mancha de sangre por lo me pidieron que no lo usara de ese lado para no incomodar a nadie y así lo acepté para no arriesgarme a un mal contrario, por eso lo usé por la vuelta amarilla, aunque para algunos haya quedado como un ‘chufla’ o un mal torero”.

“No pensé que los capotazos fueran a generar esa reacción tan grande y tan fuerte entre el público, pues estaba haciendo mucho calor y en las pantallas estaban pasando una entrevista a ´Checo´ Pérez, pero, desde el primer lance, la gente se prendió y los olés fueron fuertísimos”.

Gustavo, quien desde 2017 se certificó en la Organización Mexicana de Automovilismo Internacional (OMDAI), como oficial de pista/ operador de telehandler, agregó: “La única vez que anteriormente escuché un olé así de intenso fue en la Plaza México en 2012, cuando los Forcados Queretanos toreamos ahí con la rejoneadora Ana Batista, esa vez ¡hasta lloré de emoción! Hubo otra vez que también fue muy fuerte un olé: en la Plaza Santa María de Querétaro y me emocioné; pero esta vez en el autódromo, yo estaba muy atento y presionado a lo que me estaban diciendo por el radio para quedarme quieto cuando para cuando pasara por ahí el safety car y por eso hice todo tan rápido”.

A los 22 años entró con los Forcados Queretanos. Foto: Cortesía Gustavo Montoya

Montoya Casas entró a formar parte de los Forcados Queretanos cuando tenía 22 años y estuvo en activo con ellos de 2005 a 2018, no es de esos taurinos de clóset que van a las plazas de toros pero fuera de estas temen mostrar su afición por temor a represalias de los antitaurinos, por el contrario, siempre ha dado la cara, incluso, relató que su compañeros oficiales de pista le llama coloquialmente “El Torero”.

“El toreo es algo muy mío, estoy orgulloso de ser taurino. En el autódromo se mostró que somos muchos a los que nos gusta la tauromaquia. Se levantó la mano para hacernos notar porque en México hay gran afición a los toros. No somos una minoría como algunos pretenden hacer creer. Los taurinos merecemos respeto”, finalizó para volver a las actividades que tiene en su rancho, donde recién inauguró un cortijo, en colindancia de la ganadería El Batán, fundada por el matador Gabino Aguilar (QEPD) y que ahora pertenece a sus hijos Francisco, Ignacio y Magdalena, en Amealco, Querétaro, con quienes tiene gran amistad.

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