América puede presumir de tener una nueva marca: consiguió la mejor goleada en un marcador global desde que se instauró el sistema de Liguillas en el futbol mexicano.

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Nunca antes un equipo le había clavado once goles a un rival. Las Águilas no tuvieron piedad y le metieron seis a Puebla en el partido de ida que se disputó en el estadio Cuauhtémoc, y cinco más en el coloso de Santa Úrsula.

Antes de dicha serie, la peor humillación se la había llevado Morelia cuando, en la semifinal del torneo Bicentenario 2010, Santos le metió 10. En el duelo de vuelta, el marcador quedó 7-1. Los purépechas dañaron el marco enemigo en cuatro ocasiones.

América ya había conseguido importantes goleadas en fase final pero no de tal magnitud. Destaca el 7-2 que le clavó a Pumas en la semifinal del Apertura 2018, y el 7-4 que le propinó a Tecos en la final del Clausura 2005 y el mismo marcador al Atlas en los cuartos de final del Clausura 2007.

En la actual temporada, el cuadro de Coapa finalizó como el mejor de la tabla general con 38 unidades. Ligó nueve victorias que significó una nueva marca en la historia de la institución, además de que venció, por sexta ocasión en primera división, a Cruz Azul, Pumas y Chivas.

Para las semifinales, las Águilas llegan con la marca de 14 partidos sin perder, con un saldo de 13 triunfos y sólo un empate. Este último se registró en el partido pendiente de la fecha 5 cuando igualó 3-3 con Santos Laguna.

La más reciente derrota fue ante los Esmeraldas de León el pasado 31 de julio, es decir, lleva casi tres meses sin saber lo que significa un revés dentro del torneo de Apertura 2022 de la Liga MX.

Además, sigue acrecentando su cuota goleadora. Con los once que le metió a Puebla, América llegó a 49 goles considerando que consiguió 38 en la fase regular, que le dan un promedio de 2.57 tantos por encuentro.

Si bien es cierto las Águilas tienen ahora el récord de la mejor goleada en un marcador global en la historia de las Liguillas, Veracruz mantiene la marca del 14-0 que le propinó a Monterrey en 1946 que fue en un sólo partido y en temporada regular, una humillación que difícilmente alguien más la volverá a sufrir.

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