La clavadista mexicana Alejandra Orozco aceptó que obtener el Premio Nacional del Deporte es la cereza en el pastel que le falta para redondear su trayectoria, sin olvidar que sigue con el deseo intacto de sobresalir en París 2024 con la obtención de otra presea.

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Y para este 2022, la tapatía tiene posibilidades de ganar el reconocimiento gubernamental en el apartado de Trayectoria Deportiva, una vez que quedó registrada para ser una de las opciones en conquistar dicho galardón, gracias a los buenos resultados a lo largo de 15 años de carrera en los que se incluyen dos medallas olímpicas, plata en Londres 2012 y bronce en Tokio 2020, ambas en la modalidad de sincronizados femenil plataforma de 10 metros.

“Feliz y agradecida por estar registrada como candidata al Premio Nacional de Deporte 2022 en la modalidad de trayectoria deportiva, sería una cereza al pastel a más de quince años de trayectoria deportiva en mi deporte y como doble medallista olímpica”, señaló la oriunda de Zapopán.

Abundó que ganar el Premio Nacional del Deporte “sería la cereza del pastel, es algo muy importante en mi vida, sería el respaldo al esfuerzo, dedicación, compromiso, resultados, pero sobre todo para buscar mejorar, es difícil llegar, pero también mantenerse”.

Orozco Loza adelantó que ganar la condecoración será esa “energía, inyección de motivación, a mi ciclo olímpico París 2024”, donde anhela subirse al podio.

Se podría pensar que la clavadista mexicana tiene una edad avanzada al ser nominada por Trayectoria Deportiva al Premio Nacional del Deporte, sin embargo apenas cuenta con 25 años, mas como inició a los 15 años en las plataformas, edad en la que ganó la plata en 2012, ya cuenta con los argumentos suficientes para ser reconocida.

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Ale Orozco disfruta como nunca su camino rumbo a París 2024

La trayectoria de Alejandra Orozco es extraordinaria. De participar en una Olimpiada Nacional dio el brinco a los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y en territorio británico brilló con apenas 15 años al colgarse la medalla de plata a lado de Paola Espinosa en la plataforma de 10 metros, ese logró sin duda fue algo inolvidable pero que le hizo cambiar el chip de manera tajante en plena adolescencia, contrario a lo que ahora vive en este cuarto ciclo olímpico con miras a París 2024, un camino en el que está enfocada a disfrutar más gracias a su madurez, al crecimiento, aunque sin quitar el dedo del renglón de querer otra presea.

“Ale” presume de dos metales olímpicos, después de Londres 2012 repitió en el podio para Tokio 2020 aunque ahora junto a Gabriela Agúndez y con la obtención del bronce, dos prestigiosos logros que hacen de la jalisciense una de las referentes del deporte nacional. Pese a eso, para la clavadista tricolor no existe la presión rumbo a otra justa veraniega, sabe que todo depende de su trabajo, su entrega, más allá que al final un buen o mal resultado dependa de una ejecución.

“Más allá de presión, me di cuenta que las medallas se construyen en los entrenamientos, me corresponde hacer en el día a día, más allá de una presión es un poco salir a decirles que entrenamos cuatro años para este día, un clavado va a definir nuestras ocho horas diarias, siete días a la semana, todos los meses durante cuatro años de trabajo, no tenemos margen de error, más allá de una presión extrema, es una sensación de no querer equivocarnos, me baso en confiar en mi trabajo del día a día, de estar lista en la plataforma, dar siempre mi máximo buscando el resultado, saber que no me quede con nada, que hice todo lo que estaba a mi alcance, saber que todo lo hice y que lo que sembré dio el fruto que tenía que dar”, indicó.

En conferencia virtual, Orozco Loza reconoció que no esperaba tener la carrera que ha tenido en la plataforma hasta este momento con altas y bajas, en busca de sus cuartos Juegos Olímpicos, tras Londres 2012, Río 2016 y Tokio 2020, y ahora de cara a París 2024 con la experiencia encima de recuperarse de una lesión en el hombro izquierdo, que la alejó de las fosas prácticamente por un año.

“Si me pusiera, si le dijera a esa niña de 9 años cuando empezó en los clavados que así iba a ser mi historia, no lo hubiera creído, creo desde chiquita había visualizado una historia como las había visto, una historia de un camino muy igual con los escalones acomodados veía y sabía que mi proceso tenía que ser con los juegos estatales, nacionales, Panamericanos y Mundiales Juveniles, ir subiendo esas escaleras llegar a Copas Mundiales, Panamericanos, Centroamericanos, pero me salté de una Olimpiada Nacional a unos Juegos Olímpicos, logré la medalla, mi proceso fue diferente, mi vida cambió, se tuvieron que acomodar esos escalones o ir a veces subiendo, bajando, ir escalando esa propia historia. Pero me siento feliz, orgullosa, eso es lo padre, todo mundo tenemos nuestro propio camino”, detalló la doble medallista olímpica.

Dejó en claro que “tenemos el sueño fijo que es París vamos sin freno, con todo, soy una Ale motivada, ilusionada, por lo que se viene alrededor de mi vida en lo personal y profesional, soy una Ale más madura, más feliz”.

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