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10, octubre 2022 - 22:45

┃ Abril Villegas

Kansas City se llevó la victoria. Foto: @Chiefs

Cuatro touchdowns del ala cerrada Travis Kelce fueron suficientes para que los Chiefs se llevaran la victoria 30-29 sobre los Raiders. El equipo de Las Vegas estuvo cerca de dar la campanada en patio ajeno, pero su intento de darle la vuelta al marcador en la serie final no prosperó.

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Los Raiders lograron contener a Kansas City durante los primeros cuartos. La férrea defensiva liderada por Matt Crosby logró meter presión a Patrick Mahomes. En ese trayecto, el equipo de Las Vegas logró sacar distancia gracias a un bombazo de 58 yardas por parte de Derek Carr a Davante Adams, quien cada día luce mejor con el uniforme de los malosos. Lejos de conformarse, los Raiders fueron por más y concretaron una gran serie ofensiva con un acarreo de Josh Jacobs, uno de los motores del ataque durante toda la noche.

Cuando parecía que los Jefes estaban perdidos tras un gol de campo de Daniel Carlson, vino el despertar de su ofensiva. Como siempre, Patrick Mahomes se encomendó a Travis Kelce, su hombre de confianza, y cuando eso ocurre normalmente las cosas salen bien.

Kansas City dio inicio a una noche memorable de su ala cerrada, quien visitó en cuatro ocasiones la zona prometida, sin que los Raiders pudieran meter las manos. Tras la ventaja de 17 puntos de Las Vegas, los Chiefs anotaron 30 puntos por apenas seis de su rival, en una muestra de su poderío.

La complicidad entre Mahomes y Kelce fue fulminante, con jugadas de todos los colores y sabores que tuvieron como destino las diagonales. El ala cerrada terminó la velada con apenas 25 yardas, pero los cuatro touchdowns fueron inapelables. El mariscal de campo, mientras tanto, volvió a tirar de magia, en algo que ya es constante.

Los Raiders despertaron del letargo muy tarde, cuando ya la urgencia se había apoderado de ellos. Así como Mahomes tiene a Kelce, Derek Carr volvió a encomendarse a las buenas artes de Adams, a quien encontró sobre el final del partido para apretar las cosas y poner a su equipo a tiro del empate, sin embargo, una decisión cuestionable del coach Josh McDaniels tiró al traste el intento, al buscar la conversión sin éxito.

La peligrosa maniobra dotó de dramatismo el final del encuentro. Los Chiefs buscaron ampliar la brecha, pero la defensiva de los Raiders reaccionó bien y dejó todo en manos de su ofensiva. Ya en la última serie, Derek Carr comandó una ofensiva capaz de acercar a su pateador a un rango razonable. El gol de campo habría valido la victoria. La jugada clave estuvo en una recepción de Davante Adams que no fue por muy poco. El balón se movió de sus manos y el bote coincidió con el instante en el que el jugador puso sus dos pies en el campo. Tras una breve revisión se revirtió la llamada y el equipo de Las Vegas tuvo que jugársela en una cuarta y una. El intento quedó corto y los Chiefs se llevaron una sufrida victoria. La próxima semana enfrentarán a los Bills.

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