La llegada de Stefon Diggs a los Bills en el 2020 supuso un golpe de inflexión en la ofensiva. Su capacidad para marcar diferencias coincidió con la explosión de Josh Allen como un mariscal de campo élite. La suma de factores ha dado como resultado una dupla imparable.

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Después de las primeras dos semanas de la presente campaña, Diggs y Allen se han combinado para cuatro touchdowns, cifra que los coloca como la pareja más productiva de la NFL. Su química dentro del campo es evidente, en una ofensiva de Buffalo que ha comenzado la temporada plenamente aceitada.
En el primer partido ante los Rams, con todos los reflectores que supone el kick off de la NFL, Diggs registró 122 yardas y un touchdown. Números nada despreciables para un primer encuentro. Ya en la semana 2, cosechó 148 yardas y nada menos que tres touchdowns, un verdadero abuso en contra de la defensiva de los Titans.

El arranque de Diggs y Allen ha sido sensacional, ambos con el mejor registro de su carrera. Diggs logró superar lo hecho en el 2018, cuando arrancó la campaña con tres touchdowns en dos partidos. Allen, mientras tanto, dejó atrás la temporada 2020, cuando arrancó con seis pases de anotación en las primeras dos semanas. Aunque a veces mantener el ritmo es complicado, las proyecciones de momento son alentadoras, con una franca línea ascendente.

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Impacto inmediato en el equipo

Luego de superar en dos ocasiones las mil yardas con los Vikings y registrar 30 touchdowns en cinco campañas, Diggs llegó a los Bills con la etiqueta de estrella. El receptor no decepcionó. En su primera campaña, la 2020, fue líder en yardas y recepciones, con 1535 en 127 atrapadas. En cuanto a touchdowns tampoco le fue mal, con ocho viajes a la zona prometida. La presencia de Diggs hizo mejor a Allen, con una campaña en la que lanzó 4544 yardas, 37 touchdowns y 10 intercepciones, toda una revelación después de dos años con algunas dudas.

La temporada 2021, lejos de representar una regresión, confirmó que la dupla estaba para cosas grandes. La irrupción de jugadores como Gabriel Davis y Dwason Knox no restó protagonismo a Diggs, al contrario, el receptor brilló 1225 yardas y 10 touchdowns, hasta ahora su mejor temporada en ese último apartado. Allen también mantuvo su nivel, con 4447 yardas, 36 touchdowns y 15 entregas de balón.

Su buen momento le ha permitido a los Bills convertirse en un contendiente habitual al título. En el 2020 el equipo llegó hasta la final de conferencia, donde cayeron con los Chiefs, en 2021, Kansas City volvió a ser el verdugo, sólo que ahora en la ronda divisional. ¿Será este el año decisivo? Diggs y Allen están más motivados que nunca.

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