La tarde fue completa para Andrea Martínez. La pateadora hizo su histórico debut con Pumas CU y encima celebró junto a su equipo la primera victoria de la temporada. La jugadora manifestó su alegría después de convertirse en la primera mujer en participar en un partido de la ONEFA, un logro que va dedicado hasta su papá, que está en el cielo.

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“Se siente una liberación después de todo lo que hemos entrenado, era ponerlo en práctica. Fue una patada, es importante un punto extra pero todo es gracias al esfuerzo que hacen todos los jugadores. Es una hermandad muy grande la que tenemos, me han arropado muy bien. Estoy contenta, emocionada, el equipo venía muy concentrado, veníamos justo por la victoria y es gracias al esfuerzo de todos”, dijo.

Con los pies en la tierra, Martínez recordó cómo fueron los momentos previos al debut. A la pateadora se le vio concentrada en la banda, haciendo ejercicios de calentamiento y pateando de vez en cuando el balón para mantenerse en ritmo.

“Las decisiones las toman los coaches en el momento, hay que estar concentrada y en el momento en el que el coach toma la decisión de decir que voy yo entonces salir, pero si no, no estar demasiado pendiente de si me toca a mí o no”, explicó.

La jugada fue rápida. El punto extra duró apenas unos segundos, sin embargo, fue producto de muchas horas de trabajo. Eso sí, la sensación de hacerlo en un partido oficial es inigualable.

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“Es mecanizar la jugada de todas las veces que he pateado. Se me hizo muy corto el tiempo. Cuando me di cuenta ya la había metido y todos fueron a festejar conmigo. Se siente mucho mejor, es más la adrenalina, la concentración que debes tener al momento de patear y ver que toda tu línea y todo tu equipo te va a respaldar”, confesó.

Una vez concretado el punto extra, Andrea salió del campo entre ovaciones de sus propios compañeros y entrenadores, pero también de los aficionados, quienes constantemente gritaban su nombre.
“Muy feliz, muy contenta, Pumas también tiene una familia muy grande fuera, que siempre nos acompaña ya sea de local o visitante y todo el trabajo y el esfuerzo es para ellos”, recordó.

La tarde terminó con múltiples fotos de las y los aficionados que buscaron a la protagonista del día. Muchos se acercaron a ella para felicitarla por haber roto las barreras, por poner el ejemplo a las niñas que sueñan con jugar futbol americano, por demostrar que no hay imposibles.

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