Forjar el carácter de un luchador profesional como el de Averno no es cosa fácil, muchos factores influyen en el proceso para llegar a tener la agallas que requiere subirse a un ring en las Arenas de México, pero como toda meta se tiene que iniciar por un deseo.

Tal vez te interese: Stuka Jr; el luchador que superó al maestro y se ganó su nombre contra su propia sangre

“Se están cumpliendo muchos sueños, muchos anhelos que Renato Ruiz (nombre real de Averno) tenía desde que era un niño, es el fruto de todo, ese trabajo que hubo”, narra Averno con emoción en exclusiva para ESTO. 

Para Averno siempre existió una razón por la cual querer ser un ídolo de los cuadriláteros. La principal inspiración la tenía dentro de su hogar, su padre fue el luchador, quien se convirtió en su primer modelo para dedicarse a la Lucha Libre. 

“Mi papá fue luchador en los 60’s y 70’s. Tenía un superhéroe de carne y hueso en mi papá, ahí inició el interés por este bello deporte”, cuenta. 

“No fue fácil, fue mucho rechazo de mi padre” expresó el luchador, quien recordó por qué su papá no le permitía entrenar Lucha Libre. “¿Quién va a querer que su hijo se meta a un deporte de esta magnitud?, porque hay una frase muy famosa en este deporte que dice ‘Sabes que subes, pero no sabes si vas a bajar’ eso me decía”, rememora 

La batalla con su padre no cesó, solamente cambió de método, subiendo con él a entrenar y buscando que Averno abandonará después de luchar en su contra. 

“No me da pena decirlo, me dio unas zarandeadas que me forjaron, que hicieron que hoy en día este Averno en estos sitios”, presume

Aunque estas palizas no fueron suficientes para que Renato Ruiz desistiera de querer ser un grande del deporte espectáculo. 

“Me daba coraje porque me arrastraba y yo le decía ‘parece que no soy tu hijo’ y me decía con palabras altisonantes ‘si te gusta, sino bajate’, gracias a Dios aguanté y aquí estamos”. 

Ese pequeño Renato Ruiz Cortés que siendo un niño aguantó todos los rechazos, las golpizas y los insultos de su padre hoy es una estrella de talla internacional que ha dedicado más de 27 años al pancracio.  

En la actualidad, lo único que le incomoda de la Lucha Libre es tener bien presente que ésta le ha robado muchos momentos de su vida que podrían haber sido únicos. 

“La Lucha Libre te absorbe tiempo, te aleja de las personas que más quieres, muchas veces te pierdes momentos que no van a regresar, volteas a ver, quieres cargar a tu hijo cuando él ya va entrando a la secundaria o preparatoria y eso ya no regresan”, asume.

Sin embargo, todo sacrificio tiene una recompensa, protagonizar un 89 Aniversario de la Lucha Libre Mexicana en la Arena México es un sueño cumplido para Averno, quien se jugará la cabellera ante el ‘Luchador de Otro Nivel’, el Último Guerrero. 

“Va a costar sangre, tal vez va a costar hasta lágrimas, pero de que salgo con la cabellera de Último Guerrero en la mano, salgo”, avisa.