POR JOSÉ ÁNGEL RUEDA

FOTOS: MARTÍN MONTIEL

De manera simultánea, tres batallas se libran en tres rings diferentes. Apenas los separan unos metros, por lo que el sonido de las campanas y el aliento de los aficionados se mezclan, provocando un ruido ensordecedor. Así, entre combate y combate, el Comité Olímpico Mexicano vibra con la sexta edición del Festival Olímpico de Boxeo, el cual reúne a cientos de boxeadores provenientes de casi toda la República Mexicana.

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“Por eso se llama festival, es el Festival Olímpico, este año participaron más de 570 boxeadores, de 30 estados de la república, creo que ha sido una excelente presentación, han mostrado una gran calidad los boxeadores, los campeones del juvenil van al campeonato mundial de noviembre, en España, los de la categoría élite van a ir a un torneo a Río de Janeiro”, dice Ricardo Contreras, presidente de la Federación Mexicana de Boxeo (FMB), quien observa las peleas sentado a los pies de uno de los rings.

Y es que el ambiente es festivo. Cada pelea, sin importar la edad de los contendientes, hace estallar al público, en esa adrenalina que ofrecen los deportes de contacto. Cubiertos con sus caretas, las y los pugilistas esquivan los golpes, en algunos se observa el oficio a través del movimiento de la cadera y el baile coordinado que dibujan sus pies. Son batallas aguerridas, algunas extenuantes. Cuando suena la campana, y la pelea termina y los jueces ofrecen su veredicto, se abrazan como los atletas que son y todo queda en el cuadrilátero.

“Creo que es una excelente oportunidad de los muchachos de foguearse, porque no solamente los boxeadores se foguean, los árbitros, los entrenadores, los médicos, esto para nosotros representa una excelente oportunidad de poder foguear a todos los participantes. Estamos viendo chamacos de 13 años con 50 combates, es lo que necesitaban ellos, más peleas, eventos importantes y se los vamos a dar”, cuenta Contreras en plática con el ESTO.

Abajo, después de la batalla, los peleadores vuelven a lo suyo, y se abrazan con sus padres, sus entrenadores y sus amigos. El escenario es imponente, con el Centro Deportivo Olímpico Mexicano de fondo, que ha vuelto a albergar después de una pausa de dos años uno de los eventos más importantes dentro del pugilismo mexicano y que busca encontrar a los próximos campeones olímpicos.

“El Comité Olímpico es nuestra casa, abrir el Comité nuevamente con un evento de esta naturaleza representa para nosotros una gran distinción, sobre todo porque ya teníamos dos años fuera, por la pandemia y demás, pero qué bueno que se dio la oportunidad de reabrirlo con este evento, y vamos a tener otros más a fin de año”, agradeció Contreras.

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RUMBO A PARÍS 2024

En un ciclo olímpico más corto de lo normal, la Federación Mexicana de Boxeo ya tiene la mira puesta en París 2024. Es precisamente en esta clase de eventos que se busca que los boxeadores tomen ritmo de cara a un año 2023 que será fundamental de cara a la justa veraniega, con competencias como los Juegos Centroamericanos y los Juegos Panamericanos.

“Es un periodo sumamente corto, los muchos tendrán la oportunidad de clasificar, pero en el 2023, el que no clasifique ya no va, entonces siendo un periodo tan corto hay que darles el mayor número de peleas para el 2024”, dijo el dirigente de la FMB.

En ese sentido, México buscará volver al buen camino, toda vez que durante los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 los representantes nacionales quedaron lejos de las medallas. “Este ciclo lo empezamos con muy buenas perspectivas, acaban de regresar del torneo continental élite con seis medallas, esos seis deben de ser considerados seriamente para poder clasificar a los Juegos Olímpicos”, finalizó.

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