BRIAN SALES | ENVIADO

FOTO: RAMÓN ROMERO | ENVIADO

El día tan esperado para toda la nación rojinegra, llegó. La previa del duelo de vuelta ante el León se vivió con pasión en Guadalajara. Al camión del León le llovió de todo, contrario al autobús local que fue recibido entre banderas, cánticos, bengalas y bombas de humo. Las filas para poder entrar, incluso a tres horas del compromiso, rodaron el coloso de la Calzada Independencia. Afortunadamente, no hubo nada que lamentar en la previa del partido más importante para el Atlas y toda una ciudad.

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GUADALAJARA LO VIVIÓ

Desde muy temprano, todos los aficionados abarrotaron las calles de la ciudad con sus banderas y playeras. La muerte de Vicente Fernández fue un motivo especial para que los carros desfilaran con su música y banderas que se sostenían en las ventanas. Conforme pasaron las horas, cada vez fue más grande la marea rojinegra. Sólo hubo unos pocos aficionados que portaron su playera de las Chivas y fueron contados con los dedos de una mano los seguidores del León.

LAS FILAS FUERON ENORMES

En algo poco antes visto en un partido del Atlas, las filas para entrar a las mallas del estadio Jalisco rodeaban y superaban el kilómetro de longitud. Los tiempos de espera para los aficionados era hasta de hora y media para poder acceder por los filtros de seguridad. Así pasó en cada uno de los accesos al recinto. Incluso, el más complicado fue el que se encuentra al lado del ingreso de los camiones. Por el mismo recibimiento, hubo gente que no logró acceder y se perdió en la fila cuando los vehículos de los equipos hicieron su aparición.

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OTRA VEZ LES LANZARON DE TODO

Así como pasó ante Pumas, cuando el camión del León hizo su aparición para poder ingresar al estadio Jalisco, todos los aficionados que se encontraban a la espera de los suyos, les lanzaron desde latas de cerveza, bengalas, hielos y hasta algunas piedras impactaron al vehículo. Incluso, optaron por no usar sus camiones personalizados y arribaron en uno de doble piso y sin ninguna leyenda. Ni así lograron pasar desapercibidos y tuvieron que sufrir su arribo al coloso.

EL MOSAICO PRENDIÓ AL JALISCO

Antes de que el equipo saliera a calentar, la porra del Atlas mostró un telón con un zorro y el trofeo del único campeonato que tienen. El recinto se unió a una sola voz y logró darle ánimo a los suyos, que lo vieron desde el acceso por el que suben a la cancha. Desapercibidos quedaron los aficionados del León quienes fueron minoría y los colocaron en la parte superior de la cabecera.

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