HÉCTOR ALFONSO MORALES

El doctor Mario Mercader recuerda una charla que tuvo con el ex tenista mexicano Raúl Ramírez. El tema de esa plática giraba en torno a la diferencia entre un deportista que puede estar en el Top 10 del mundo y otro que no lo logra, pese a que tengan un talento similar.

La respuesta a las interrogantes fue una: todo está en la mente.

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“Es un hecho, hay gente que las enfermedades tienen trasfondo mental. Sabemos que el estrés es un factor que genera hipertensión arterial. Raúl Ramírez, tenista, preguntaba cuál era la preparación más importante y la diferencia entre un tenista top 50 del mundo con respecto a los que están en el lugar 100. Decíamos que la mente nos ayuda a dar el brinco para estar en el Top 10. La mente es parte fundamental del atleta, si tu mente no está bien entrenada, te enferma, no te va a ayudar a la hora de dar los resultados”, señala el especialista en Medicina del Deporte.

El caso de Simone Biles, quien declinó participar en competencias olímpicas en las cuales era favorita, para resguardar su salud mental, fue emblemático. Tokio 2020 fue marcado por este hecho y Mercader explica que la gimnasta estadounidense hizo bien en evitar su participación por el riesgo de una lesión.

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“Fue tal la carga que no la pudo superar. La mente se entrena para poder manejar el estrés, la ansiedad, el nerviosismo, una serie de parámetros que le permiten al atleta para que llegue en su mejor forma física y mental al proceso. Los atletas han tenido que entrenar aislados y eso puede generar un estrés extra. A eso, hay que agregar el tema del abuso sexual que vivió Biles”, explica.

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“Se esperaba que Simone Biles se llevara varias medallas de oro o de plata en gimnasia. Esa presión es la misma que sufren todos los atletas, hasta el que va a correr maratón o caminata. Todas las competencias tienen la preparación física, táctica y mental y si no está equilibrada, no vas a tener los resultados esperados. El proceso de entrenamiento de alto rendimiento es muy específico, es muy celoso, porque esas fallas son las que te limitan”, refiere. 

En cuanto a la posibilidad de medicar psiquiátricamente a los deportistas contra la depresión y la ansiedad, el médico advierte que “hay medicamentos que una persona joven no debería estar tomando. Si mentalmente es inestable, entonces no es un atleta sano. Ahí es esa disyuntiva habría que analizarla y ponerla en discusión para ver si se permite. Voy a hablar de casos extremos: si hay una paranoia o una esquizofrenia que requieren medicamentos especiales, habrá que ver si esa persona podría estar en competencia”. 

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