Javier Juárez

FOTO: Jorge Martínez | Mexsport

Tigres ganó en la liga casi un mes después. Es el triunfo de 3-0 y nada más, holgado es cierto, pero Querétaro actualmente no es parámetro. Los Gallos Blancos siguen sin cantar en la competencia y su futuro es gris. Héctor Altamirano tiene pocas armas para competir con el resto de los participantes. Los universitarios hicieron lo que estaba presupuestado.

Nicolás López se encargó de casi todo. Leo Fernández también tuvo buena noche. Los uruguayos se unieron y fueron los responsables de llenar el hueco de André-Pierre Gignac. El ídolo francés está lesionado y su regreso dilata varias semanas.

Leonardo sacó magia. La jugada con la que se abrió el marcador se originó de su educado pie izquierdo. Fernández regateó, levantó la vista y bombeó la pelota al área. Nicolás entró sin ser visto y superó a Washington Aguerre.

Ese fue el inicio de un juego cómodo para los locales. Querétaro nunca puso en aprietos a Nahuel Guzmán. El partido terminó sin remates a la portería por parte de los atacantes albiazules. Nicolás Sosa luce extraviado, mientras que Jonathan Dos Santos apenas tuvo sus primeros minutos en la competencia y terminó expulsado.

Tigres detectó que el triunfo era posible. Fue cuestión de que aceleraran, hicieran paredes y los huecos empezaron a aparecer.
Nico López, Leo Fernández y con menos participación Carlos González, fueron los responsables de los embates auriazules.

El primer tiempo terminó 1-0. El marcador fue corto. Miguel Herrera debió comunicarles a sus jugadores que el juego era perfecto para despertar en la competencia. Para eso fue la charla en el vestidor.

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Los felinos que regresaron fueron otros. No fue el Tigres avasallador que prometió el Piojo en la pretemporada, pero echaron para atrás a los queretanos.

López fue el más lúcido. El Diente limpió el área con fintas, encontró un resquicio y con un tiro raso aumentó la ventaja. Tigres hirió por segunda ocasión a una presa inofensiva.

Querétaro quedó sin alma. Héctor Altamirano hizo lo que pudo. El Pity metió a elementos como Jonathan Dos Santos, Osvaldo Martínez y Kevin Escamilla, pero la reacción fue imposible.

Herrera tampoco se quedó atrás, era momento de refrescar el campo. Florian Thauvin fue el movimiento más llamativo. El francés quiso revancha tras debutar en el Volcán con una tarjeta roja.

Thauvin entró y el segundo balón que tocó lo metió a la red. Florian definió perfecto, la parábola se incrustó en el ángulo izquierdo, sin embargo, la jugada fue de Javier Aquino. El galo le reconoció su labor al mexicano y festejó con él.

El Volcán tuvo su primera erupción en el torneo. Querétaro está en focos rojos, como la tarjeta que recibió Dos Santos por una patada a Jesús Dueñas en el rostro, queda mucho recorrido, sin embargo, los Gallos Blancos no tienen materia prima para salir del bache. El trabajo tiene que ser demasiado.

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