Brian Sales

FOTO: Javier Ramírez | Mexsport

El duelo entre Pumas y Gallos Blancos traerá una serie de reencuentros auriazules. Pablo Barrera, Erik Vera, David Cabrera y Aristeo García volverán a la que una vez fue su casa. Encontraron un lugar en el plantel de Héctor Altamirano, pero su carrera va hacia abajo y con cada vez menos pronósticos favorables. El caso más llamativo es el de Barrera, quien vive el desenlace de su carrera, pero aún tiene cartel para jugar en la Liga MX.

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De los antes mencionados, el nacido en Tlalnepantla de Baz es quien mejor recorrido tuvo. Fue ídolo en Pumas y sus grandes actuaciones lo pusieron en el futbol europeo. Jamás se logró asentar en un equipo en el Viejo Continente, por lo que rápidamente regresó a México tras su aventura por el West Ham y el Zaragoza.

A su vuelta al país, fichó por el Cruz Azul y el Monterrey, donde pasó de noche y sólo sumó pocos goles y asistencias. Vivió una segunda etapa con los auriazules en la temporada 2016-2017, aunque vino de más a menos. Tras salir de la institución, encontró un espacio en el Atlético de San Luis, donde no brilló, para luego arribar al Querétaro.

La situación de David Cabrera es la más triste de los cuatro. Formó parte de una camada importante de jugadores, pero una lesión lo marginó de poder disputar los Juegos Olímpicos de Londres. A partir de ese momento no logró ser el mismo. Pasó de noche en las diversas temporadas de Pumas, hasta que salió en la 2016/17 a préstamo al Morelia. Ahí tampoco logró hacerse de un puesto como titular, por lo que regresó a los auriazules al año siguiente. Volvió a recibir la confianza en la que siempre fue su casa, pero la paciencia se agotó en la temporada 2020-2021, cuando salió rumbo a Necaxa. No logró pasar el último recorte de personal con los hidrocálidos, por lo que tuvo que llegar al Querétaro para tratar de darle un nuevo aire a su carrera.

La historia más llamativa es la de Erik Vera, canterano de Pumas que logró brillar más fuera del Pedregal que con la playera azul y oro. El lateral hizo todo su proceso en las categorías inferiores de Pumas, pero nunca recibió una verdadera oportunidad para mostrar su valor. Su primera salida fue en la temporada 2014-2015, donde fue a Mérida FC un año y regresó. De ahí se fue al Necaxa, cuando los hidrocálidos aún pertenecían al Ascenso MX. Obtuvo el título y logró el ascenso con la institución. También tuvo otros equipos como el Atlético de San Luis, Alebrijes, Atlante y hasta ahora que arribó a Querétaro.

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Por su parte, Aristeo García es un caso poco común. No logró brillar en las inferiores de los auriazules. Independientemente de que su familia es parte de los patrocinadores del Club Universidad, sólo se quedaron con su hermano Amaury, pero Aristeo tuvo que salir en busca de minutos y más oportunidades en el máximo circuito del balompié nacional.

Pumas y Gallos se enfrentan esta tarde. Los dos equipos están necesitados de una victoria, aunque en la cancha habrán varios reencuentros de elementos que tuvieron su nacimiento con la playera azul y oro.

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