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25, julio 2021 - 11:20

┃ José Ángel Rueda

FOTO-DOLORES-HERNAHDEZ

FOTO: @Lolita_hdz

La participación de la clavadista mexicana Dolores Hernández en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 llegó a su fin. Lolita, como le conocen, en su segunda experiencia olímpica, quedó cerca de la medalla de bronce en la final de sincronizados de trampolín de 3 metros. Junto a Carolina Mendoza, su compañera de equipo, pelearon hasta el último clavado en el Centro Acuático, sin embargo, no pudieron alcanzar a la dupla alemana.

Consciente de que en el deporte no siempre la victoria es lo más importante, Dolores Hernández valoró el hecho de haber cerrado en Japón un ciclo olímpico sumamente complicado a nivel personal. Entre Rio 2016 y Tokio 2020, la clavadista veracruzana afrontó uno de los momentos más difíciles de su vida, como lo fue la muerte de su hermano Antonio.

En el aspecto físico, Lolita también batalló con una lesión en la columna que la mantuvo un buen tiempo fuera de acción y que estuvo a punto de frustrar el sueño olímpico, sin embargo, gracias a su tenacidad, logró su clasificación.

“Así terminan mis segundos Juegos Olímpicos con un 4 lugar a solo 9 puntos del bronce, fue una experiencia que no olvidaré nunca y no solo por el resultado sino por todo el proceso qué pasé para poder estar aquí y por eso estoy muy contenta ya que fue un proceso bastante complicado personalmente y estoy contenta el haber logrado llegar, un 4 lugar es histórico para México y JJ.OO es la competencia más difícil para cualquier deportista”, escribió Lolita en sus redes sociales, apenas unas horas después de su participación.

SUPO LEVANTARSE

En el 2017, horas después de haber ganado la medalla de oro en el trampolín de un metro en la Universiada de Taipei, Lolita recibió la noticia que le cambió la vida. Su hermano había sufrido una dura caída. La clavadista, que aún tenía pendiente la prueba de trampolín de tres metros, tuvo que regresar a México, donde finalmente se enteró del fallecimiento de Antonio.

Pese a lo complicado que fue el perder a un ser querido, Dolores Hernández se impulsó en los clavados, su pasión, para levantarse. No fue fácil, en el camino aparecieron lesiones que incluso le quitaron la oportunidad de competir en los Juegos Centroamericanos. Posteriormente, después de haber tocado la gloria en los Juegos Panamericanos Lima 2019, una delicada operación de columna la mantuvo sin actividad durante todo el 2020.

Lolita, sin embargo, llegó a tiempo para conseguir su lugar en Tokio 2020 en la prueba de clavados sincronizados de trampolín de 3 metros. La dupla Hernández-Mendoza tuvo que imponerse a Paola Espinosa y Melany Hernández, quienes, en el papel, partían como favoritas para representar a México en la justa veraniega.

TOTAL AGRADECIMIENTO 

La clavadista mexicana también aprovechó su mensaje para agradecer a todas las personas que le ayudaron en el proceso, tanto el personal como el deportivo.

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“Quiero agradecer mucho a mi familia, a mi hermano que aunque no está conmigo físicamente me dio fuerzas día a día para estar aquí, a mi novio, a mi entrenadora y a toda la gente que creyó a mi y fue parte fundamental para llegar aquí. Estoy muy feliz, seguiré trabajando y dando todo”, finalizó la veracruzana, quien,  sus 24 años, ya tiene la mira puesta en París 2024.

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