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4, diciembre 2020 - 7:55

┃ Alejandro Alfaro

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Cinco años estuvo Enrique Bonilla en la presidencia de la Liga MX, cargo en el que tomó decisiones que muchas veces dividieron la opinión del medio futbolístico nacional debido a las consecuencias deportivas que estas traerían para el desarrollo del balompié mexicano, así como la imagen de la propia competencia.

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Cierto es que también hubo determinaciones atinadas, aunque en el conteo final, parece que fueron más los pasos que se dieron erróneamente desde el año 2015, cuando Bonilla asumió la presidencia de la Liga ante la salida de Decio de María.

Adiós a la Copa Libertadores

Después de casi 20 años en la máxima competencia de clubes a nivel continental, México abandonó la Copa Libertadores con el argumento de que la calendarización del torneo no sería compatible con la actividad de los clubes nacionales, con lo que se puso a fin a la participación en un certamen que durante mucho tiempo proporcionó a los cuadros mexicanos roce internacional ante los mejores equipos de las ligas sudamericanas.

Si bien es cierto que las pláticas para que nuestro país regresara al torneo surgieron en más de una ocasión, nunca hubo un proyecto concreto para que esto sucediera, por lo que se perdió esa vitrina de exposición.

Multipropiedad

La multipropiedad es un mal con el que los directivos del futbol mexicano han querido terminar desde hace ya algunos años. Pese a eso, durante el periodo de Enrique Bonilla al frente la Liga MX, lejos de terminarse, continuó de forma notoria.

Empresas como Grupo Orlegi y TV Azteca, tuvieron en este lapso de tiempo más de un equipo en su poder, mismo caso de Grupo Pachuca, aunque en ese tenor, ellos ya tenían en Primera División a Pachuca y León desde antes que Bonilla fuera presidente de la Liga.

Veracruz

Sin lugar a dudas, uno de los dolores de cabeza más grandes que vivió Enrique Bonilla como presidente de la Liga MX fue el caso Veracruz.

Y es que las constantes faltas de pago a los jugadores y cuerpos técnicos terminaron por ser un escándalo que tuvo que tratar de resolver la Federación Mexicana de Futbol.

Uno de los hechos más llamativos fue cuando sin haber liquidado el total de sus pagos atrasados, se le permitió a los Tiburones registrarse en el torneo, lo que al final tuvo como consecuencia que en el transcurso del mismo, las deudas permanecieran y los jugadores protestaran incluso en pleno partido, como sucedió contra Tigres en el Pirata Fuente.

Sin ascenso ni descenso

La última decisión llena de polémica en la presidencia de Enrique Bonilla dentro de la Liga MX fue el abolir el descenso y ascenso. El argumento de mayor peso fue solidificar lo que anteriormente era el Ascenso MX con equipos que sanearan sus finanzas y a la larga tuvieran la infraestructura necesaria para subir al máximo circuito; sin embargo, clubes y muchos jugadores manifestaron su inconformidad al respecto por la pérdida de la posibilidad de ver cristalizado el esfuerzo de todo un año.

El descontento fue tal que algunas instituciones metieron una demanda ante el TAS, misma que a la larga no les fue favorable en el veredicto.

Adiós al pacto de caballeros

Dentro de las cosas buenas que sucedieron en la gestión de Enrique Bonilla fue la modificación para que el régimen de transferencias le diera mayor libertad a los jugadores de contratarse con el club que más les conviniera. Además, se le puso fin al llamado “Pacto de Caballeros”, todo con un trabajo conjunto con la Asociación Mexicana de Futbolistas.

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