La victoria contundente ante los Tuzos quedó atrás. Cruz Azul inició la semana para enfrentar al Rebaño Sagrado y lo hizo con una noticia que alegró a todos en La Noria.

Yoshimar Yotún regresó a los entrenamientos y es que finalmente se recuperó de la fractura que sufrió por estrés en el quinto metatarso del pie izquierdo, el pasado 6 de diciembre.

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El peruano fue intervenido quirúrgicamente de inmediato y tuvo una recuperación de dos meses, misma que culminó el viernes cuando la institución aprobó su alta médica.

Los aplausos aparecieron al sur de la capital en cuanto los jugadores cementeros vieron de lejos a Yoshi. El hinca es muy querido y así se lo hicieron sentir con una bienvenida inolvidable, tal y como si fuera el refuerzo estelar de La Máquina.

Orbelín Pineda, siempre con su alegría, organizó a todos para una fila india y hasta el técnico charrúa le entró al festejo. Yotún pasó por entre todos y fue golpeado de forma leve, sólo que el Maguito lo siguió de principio a fin.

Robert Dante lo disfrutó, pero después pidió seriedad. Los que fueron titulares ante Pachuca realizaron trabajo regenerativo a un costado de la cancha dos. Santiago Giménez mostró un semblante alegre. Su segunda anotación en el máximo circuito lo tiene motivado y obedeció cada una de las indicaciones del cuerpo técnico. También se observó a un Pablo Aguilar concentrado al cien por ciento y muy metido en los ejercicios de estiramiento que ordenó Pablo Sanguinetti.

Milton Caraglio se le vio a lo lejos, apartado del grupo y con un paso lento, aún apoyado en muletas. El delantero argentino está tranquilo, ya que su puesto está bien cubierto por Santi, situación que ha dejado a Lucas Passerini en el banquillo, pero esa misma competencia interna tiene al conjunto cementero en puestos de Liguilla por primera vez en el torneo, un lugar del cual ya no querrán salir al pasar las jornadas.