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25, diciembre 2019 - 22:30

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POR GUILLERMO MARTÍNEZ G.

Es sorprendente el cómo han reaccionado las sirenas de natación a las asistencias que les han brindado los médicos del hospital donde se encuentran.

Ariadna, Melany y Gabriela recibieron a Santa Claus que las fue a visitar para darles ánimos durante sus procesos por las quemaduras que sufrieron. Mientras que afuera del hospital, familiares y amigos convivieron con una cena que disfrutaron, a la vez de que grabaron videos para las niñas y hasta una llamada telefónica recibió Gaby.

Todo esto sin duda las está fortaleciendo, incluso ellas ya piden a los médicos que las dejen hacer ejercicios porque están ansiosas de recuperar fuerza y los movimientos que hacían previo a los entrenamientos.

Hoy será un día clave para algunas de las ondinas, ya que se les quitarán las vendas de plata que les pusieron y posteriormente serán los médicos quienes evaluarán si necesitarán injertos de piel o solamente otros tratamientos. La que sí entrará al quirófano será Ariadna, quien es la chica que más quemaduras tiene en su cuerpo.

A decir de la tía de Ari, María Eugenia, mencionó que se está tratando de evitar los injertos de piel.

“Afortunadamente ha reaccionado muy bien a como estaba al inicio cuando la trajeron al hospital. Está estable y contenta, muy feliz porque Santa se acercó a ella, no sabemos qué le pidió, pero es una niña que ama esta época y sin duda que le habrá pedido que le ayude a sanar más pronto”.

Mencionó la tía que las ondinas se emocionan con los videos que les envían, donde cada vez más gente se ha acercado para apoyarlas.

“Para nosotros todo será diferente a partir de ahora, incluso la Navidad. Pero esto es una enseñanza que nos deja la vida para seguir adelante. También nos hemos solidarizado con otras familias que también tienen hijos internados, entre todos nos echamos ánimos”.

Manifestó que la deportista ama esta época e incluso es la primera en organizar los intercambios familiares, de la escuela y con el equipo de natación artística. Dijo, que Ari siempre las ha sorprendido porque es una niña con mucha chispa de alegría.

“Siempre es entusiasta y agota todas sus posibilidades para lograr lo que se propone. Tiene luz propia porque sabe disfrutar cada cosa que hace. Es la mayor de nuestros hijos y alegra a los demás haciendo piruetas, jugando con mucha energía. Por eso el verla en esta situación sí nos entristece, pero sabemos que saldrá adelante”.

Por su parte, su otra tía, Mónica Ibarra, agregó que la niña está muy animada y con ansias de ya poder entrenar.

“El agua es su pasión desde pequeña. Y ahora, aún cuando los diagnósticos de un inicio fueron muy desalentadores, se ha visto mucha recuperación, precisamente porque su forma de ser es lo que la ha mantenida fuerte para esta situación que está pasando. Es muy positiva hacia la vida”.