POR ARTURO LÓPEZ ESCALONA

Nada es imposible para la entrenadora personal de atletismo Paola Fuentes, quien a sus 31 años de edad, cuenta con un currículum impresionante en su carrera deportiva.

Apenas era una niña cuando quedó fascinada por la velocista estadounidense Marion Jones, quien destacó en los Juegos Olímpicos Sydney 2000, a partir de ahí, supo que lo suyo era competir en pruebas de atletismo.

Hija de familia entregada al deporte, su papá fue futbolista y su mamá una entusiasta a la actividad física, Paola comenzó en la gimnasia a los 4 años de edad, pero cambió a los 12 años al atletismo, donde destacó en las pruebas de vallas y salto de altura, al brincar 1.80 metros de altura.

Posteriormente, Paola Fuentes se metió entre las mejores 50 tras representar a México en los Juegos Centroamericanos e Iberoamericanos.

Asimismo, la ahora entrenadora y mamá disfruta haber cumplido un sueño de vida, el cual, rompió varias marcas nacionales en la categoría de los 80 metros con vallas, al momento de ganar un lugar para la Olimpiada Nacional de 2001 en Querétaro.

Tiempo después, Paola repitió en 2003, representó a la UNAM y formó parte de los Juegos Centroamericanos de 2004 y 2006, y en los Juegos Panamericanos 2007, en la categoría juvenil, en los que consiguió dos terceros lugares y un cuarto sitio.

Pero sus éxitos se dieron a nivel nacional, al cosechar el mayor número de preseas y consagrarse como una de las mejores en el atletismo mexicano.

NUEVA FACETA

Tras dejar las competencias en las pistas, Paola dedica su tiempo a preparar a los jóvenes atletas, ahora es entrenadora personal de una marca deportiva alemana; sin embargo, su objetivo es prepararse para las carreras de fondo.

Gracias a su trayectoria, fue invitada para formar parte del ‘reality show’ Exatlón, del cual, fue la séptima eliminada, tras pertenecer al equipo azul de los contendientes y del cual, pero aprendió a valorar cada aspecto de su vida cotidiana.

Siboldi, el hombre del momento

“En mi caso, como entrenadora te da una lección de vida, sales con otra visión de lo que es platicar con la gente, tener ciertas comodidades, hasta el acceso a comida. Valoras, no quieres que nadie desperdicie, no quieres que nadie ensucie, es algo muy bueno, una experiencia que tiene que vivir toda la gente para que aprendan a valorar”, manifestó.