Pese a que desapareció de la Primera División, Lobos BUAP sigue dando de qué hablar. Tras la venta de la franquicia, la polémica continúa entorno al ex cuadro licántropo, luego de que al rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Alfonso Esparza Ortiz, le cayera una denuncia oficial por desviar recursos de la casa de estudios hacia el equipo de futbol: “No podemos ocultar y menos ser cómplices de una situación que encontramos en la documentación de Lobos BUAP, ya que de 2012 a 2017 el rector de la universidad envió 470 y tantos millones de pesos a una asociación civil llamada Lobos BUAP, y ante eso nosotros no podemos volvernos cómplices de él”, explicó Javier Coello Trejo, abogado de Garden Teas, quienes fueron los encargados de poner el capital para que en 2018 los de la BUAP mantuvieran la categoría.

“Por eso presentamos una denuncia de hechos, porque la universidad recibe fondos del Estado y también presentamos una denuncia ante el SAT, en México, para que se investigue por qué los fondos de la universidad tienen que ir a parar al club Lobos BUAP”, añadió.

Coello aseguró que Alfonso Esparza realizó dicho desvío para que su hija Luza Esparza pudiera tener un equipo de futbol, ya que ella era quien, hasta el convenio con Garden Teas, fungió como presidenta del club. “El señor decidió darle a su hija, con todo respeto, un juguetito nuevo para que hiciera negocio con el futbol. Es dinero de la universidad y él tendrá que aclararlo ante el fisco general y ante la fiscalía del estado”, señaló.

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De igual manera explicó la polémica en torno a la venta del equipo y la reclamación de la universidad hacia Garden Teas por falta de pagos tras la operación: “Primero se firmó un convenio en abril donde Garden Teas daba 120 millones de pesos para que Lobos BUAP no descendiera, posteriormente no se cumplió ese convenio, tuvimos que demandar la recesión y ellos se acercaron a nosotros si llegamos a un convenio transaccional que dejaba sin efecto el primero, en donde se autorizaba la venta del equipo por Garden Teas, incluso con la autorización y complacencia de la Liga de futbol de México.

Entonces se vende el equipo y en ese convenio se le tenían que entregar a la universidad 90 millones de pesos, pero, a su vez, se tenía que pagar a dos jugadores y otras deudas que tenían antes del 18 de diciembre, cosa que no hizo, entonces nosotros consignamos ante un juez del foro común civil aquí en el estado de Puebla”, concluyó.

En total fueron 400 millones de pesos los que se desviaron, circunstancia que tendrá que resolver la fiscalía.