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16, diciembre 2014 - 14:16

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EFE

El comité organizador del Mundial de fútbol de Catar 2022 aseguró hoy que ha mejorado en los últimos meses el alojamiento de los trabajadores encargados de la construcción de sus instalaciones, un asunto que ha suscitado fuertes críticas por las malas condiciones en las que, supuestamente, viven.

“A pesar de que estamos muy al principio del proceso, creemos que tenemos la responsabilidad de ser transparentes e informar del progreso de nuestros contratistas”, dijo en un comunicado el presidente del comité creado para garantizar el bienestar de los trabajadores del Mundial, Farah al Muftah.

En un informe de 42 páginas sobre la aplicación de las “Normas de bienestar de los trabajadores del Comité Supremo”, implementadas el pasado febrero, la organización señaló que han mejorado los alojamientos de los empleados.

“Nos centramos en los temas más urgentes primero, asegurándonos de que todos los trabajadores vinculados a proyectos del Comité Supremo tienen un lugar limpio y seguro para vivir”, afirmó Stephan van Dyk, que forma parte del equipo de cumplimiento de esas nuevas normas.

El documento recoge los requisitos que deben cumplir los contratistas que trabajen en esos proyectos y las dificultadas halladas para aplicar esas normas.

En ese sentido, destaca que los contratistas desconocían en un primer momento esas reglas y algunos de ellos tienen contratos de corta duración, por lo que resulta más complicado en esos casos resolver los problemas más complejos.

En estos meses surgieron algunas cuestiones como la necesidad de poner cortinas de privacidad en las habitaciones, un servicio de comidas tres veces al día, medios de entretenimiento como televisión e internet, medios de limpieza y la prohibición de que haya más de cuatro personas por habitación.

Aunque las normas exigen que los trabajadores tengan en su poder los pasaportes, algunos de ellos “se resistían a guardarlo por razones de seguridad y preferían que los retuviera su empleador”, según el informe.

Las autoridades se han comprometido a abolir el sistema de patrocinio o “kafala”, que permite a los empleadores confiscar los pasaportes de sus trabajadores, impidiendo que los inmigrantes cambien de empleo o salgan del país sin su permiso.

“El verdadero reto consiste en resolver problemas más complejos, como la contratación ética de los trabajadores, lo que implica la colaboración de muchos subcontratistas en los países de origen, que operan fuera del alcance normativo de Catar”, dijo Van Dyk.

El comité resaltó que desde febrero dos contratistas han establecido foros para dialogar con los trabajadores sobre sus necesidades.

Además, apuntó que ha invitado a organizaciones no gubernamentales de derechos humanos como Amnistía Internacional para que formulen comentarios sobre ese informe antes de su lanzamiento.

“Trabajar con una organización externa en la preparación del informe nos ayudó a obtener una perspectiva externa”, aseguró Al Muftah, que agregó que en el futuro pretenden reunir a un grupo más amplio de expertos, ONG, gobiernos y fondos de negocios para revisar los informes públicos.

“Los desafíos que enfrentamos son demasiado grandes para que cualquier organización o país los maneje de forma individual”, aseveró el secretario general del Comité Supremo, Hasan al Zauadi.

Amnistía Internacional ha alertado del abuso al que son sometidos los trabajadores en el sector de la construcción de Catar, las horas de trabajo excesivas, las condiciones precarias de vida y la retención de sueldos que sufren.

Más de 400 trabajadores nepalíes habrían muerto en las obras de construcción de los estadios que acogerán el Mundial, según un informe de la ONG Comité de Coordinación para los Emigrantes Nepalíes y al que tuvo acceso el diario “The Guardian”.

Además, la FIFA ha pedido a Catar un cambio urgente en las condiciones de los trabajadores extranjeros desplazados para construir las instalaciones del Mundial y criticado la “kafala”.