POR ALMA ROSA CAMACHO

OCHENTA bailarines, 70 músicos dirigidos por Juan Carlos Lomónaco y con las partituras de Piotr I. Tchaikovsky, harán realidad el montaje dancístico navideño “El Cascanueces”, que por decimotercer año consecutivo arriba al Auditorio Nacional, del 18 al 21 de este mes, con la estelarización de Ana Elisa Mena, Mayuko Nihei, Mahainiti Acosta, Blanca Ríos, Yered Tobón, Iratxe Beorlegui y Érick Rodríguez.
En conferencia de presa ayer, con la asistencia también de Luis Carlos Romo, director operativo del Auditorio Nacional; de Laura Morelos, directora de la Compañía Nacional de Danza de Bellas Artes, se dieron a conocer los pormenores de esta producción espectacular, por la que esperan en este año “un público que rebase los 600 mil espectadores”.
“El Cascanueces”, producción mexicana con la escenografía de Laura Rode y que tiene una antigüedad de 34 años tan sólo escenificándose en el Distrito Federal, relata la historia navideña basada en el cuento del alemán Ernst Theodor Amadeus Hoffmann, escrita en 1816. Se enfoca en el nuevo juguete de la joven Clara, “El Cascanueces”, recibido la noche de Navidad, que cobra vida y después de derrotar al “Rey Ratón” tras una dura batalla, la lleva a un reino mágico poblado por muñecos.
A lo largo de la reunión con los diversos medios de comunicación, la bailarina Ana Elisa Mena como “Hada de azúcar”, afirmó que es la primera vez que encarnará este personaje, lo cual es un gran honor para ella estar en la compañía. “Sí, me significa un enorme reto y más porque en cada función, que sumarán siete, va a haber miles de espectadores”.
Érick Rodríguez, quien repite como “Caballero de azúcar”, reiteró que cada año, “me gusta estar frente al público del Auditorio Nacional y todo mi trabajo dancístico lo hago con el corazón”.
Mahainiti Acosta, quien alternará el personaje de “Clarita” con Elisa Ramos, hizo saber su gran ilusión y responsabilidad que le representa estar en esta nueva temporada en el mencionado escenario.
Iratxe Beorlegui dijo que lleva varios años en la compañía y cada año se le invita para distintos personajes; ya tuvo el gusto con “Hada de azúcar” y también le significa mucho estar en este ballet mágico, de gran tradición.