POR MIGUEL ÁNGEL GARCÍA S.
FOTOS: JUAN RAMOS Y ALBERTO MONTALVO

CERCA de las tres de la tarde de ayer en el estadio Azteca, dio inicio la misa de cuerpo presente de Roberto Gómez Bolaños, la cual ofició monseñor Diego Monroy y en la que participaron su nieta María Penella y Marcela, una de sus hijas, que leyó un salmo; las armonías religiosas corrieron a cargo del tenor José Luis Duval.
En la cúspide final, aproximadamente 200 niños del CEA y el coro de niños de México (TAE) vestidos del Chavo del 8 y el Chapulín Colorado, interpretaron “Gracias por siempre” y soltaron a vuelo decenas de palomas blancas en su memoria, y el Mariachi Gama 1000 tocó en su honor el tema clásico “Las Golondrinas”.
El ataúd en los hombros de 6 hombres del personal, fue llevado a recorrer cual vuelta olímpica la cancha, acompañados detrás por niños sonrientes que elevaban porras, mientras que el público que aún estaba presente lanzaba flores blancas y aplausos en demasía a su icono mundial.
Florinda Meza intentó liberar una paloma, pero se mostró descontenta por no poder hacerlo de manera correcta por estar rodeada de gente, además de mostrar molestia con un camarógrafo.
Añoranza hay en los corazones de los que admiraron el increíble trabajo de Roberto Gómez Bolaños.
Una sensación cariñosa mantuvo cautivo a los fans por más de 4 horas, las vibras renacientes de lo bueno se hacían sentir, la atmosfera era un pacífico, soleado y cálido mar que llevaba a Roberto Gómez Bolaños en una travesía de elogios que no tendrá fin.
Después del monumental homenaje en el estadio Azteca, el cuerpo de “Chespirito” fue trasladado de nuevo a la televisora de San Ángel, donde permaneció toda la noche de ayer, y hoy recibirá cristiana sepultura en el panteón Francés, a reserva de que también reciba un homenaje en el palacio de Bellas Artes.